Los Verdes llegan al final de la carrera electoral teniendo que aceptar que no pondrán a otra mujer al frente de la Cancillería, pero Baerbock quiso verse responsable de haber obligado a una "renovación" en el país al poner en primera línea de las prioridades de un futuro Gobierno la gestión y la solución de la emergencia climática.
La de Los Verdes fue no obstante una caída clara desde las cumbres a las que ascendieron en primavera, antes de que errores no forzados de su candidata contribuyeran al declive de sus expectativas, que no pudieron recuperar a pesar del impacto de las graves inundaciones de este verano en el oeste del país.
La Izquierda alcanzaba un 5 % de los sufragios, límite que les permite entrar en el Bundestag, pero peligrosamente en el margen y por eso sin clara influencia en la composición del nuevo gobierno.
Los resultados proyectados por ARD mostraron que el ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) obtendría el 10.9%, un resultado peor que hace cuatro años cuando irrumpió en el Parlamento nacional con el 12.6% de los votos.
Desde este lunes los partidos alemanes se libran a una intensa, y probablemente prolongada, negociación a varias bandas, en la que existen diferentes posibilidades.
Teóricamente todavía sería posible reeditar una Gran Coalición entre socialdemócratas y conservadores, que contaría con una mayoría suficiente; también funcionaría un acuerdo entre ambos más los liberales, así como un trío entre socialdemócratas, Verdes y liberales.
La opción "Jamaica" también tendría futuro, consistiría en un acuerdo entre conservadores, verdes y liberales, que ya se intentó alcanzar, sin éxito, tras los comicios generales de 2017.
Todas las agrupaciones dominantes han descartado una coalición con AfD.
Con información de EFE, AFP y Reuters