Los cigarros electrónicos o vapers están relacionados con la degradación genética de las células, tanto como los cigarros normales, según un estudio publicado en Scientific Reports.
El vapeo altera genéticamente las células, afectando el sistema inmune
Investigadores de la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California estudiaron los efectos del vapeo en la desregulación de los genes mitocondriales y la interrupción de las vías moleculares involucradas con la inmunidad y la inflamación.
Estos genes, en términos simples, son importantes a la hora de generar una respuesta contra un estado de enfermedad. Y, cuando se desregulan, pueden desencadenar procesos inflamatorios o simplemente alterar el modo en que el cuerpo reacciona ante algún desequilibrio.
Además, cuando las mitocondrias de las células se vuelven disfuncionales, liberan moléculas clave que pueden funcionar como señales para que el cuerpo desencadene una respuesta inmunitaria. Esto podría conllevar a procesos inflamatorios causantes de otras enfermedades cardiovasculares, respiratorias, metabólicas y hasta cáncer.
Pues bien, el estudio realizado por los científicos halló que más del 80% de la desregulación genética en vapers se relaciona con la intensidad y duración del vapeo acostumbrado por los consumidores.
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Para llevar un control del efecto del vapeo y el del cigarro en personas que utilizan ambos productos, hubo grupos de control. Y se encontró que “ninguna de las desregulaciones génicas detectadas en los vapeadores se correlacionó con la intensidad o duración de su hábito de fumar".
Esto quiere decir, entre otras cosas, que el vapeo no solamente genera efectos nocivos para la salud similares a los de fumar cigarro, sino que implica otros que aún deben ser estudiados. De hecho, especificar cuáles son estos efectos y cómo se diferencian entre el uso de un producto y otro es el siguiente paso en la línea de investigación de los autores.