El presidente Kassym-Jomart Tokayev afirmó que los responsables de los disturbios son terroristas entrenados en el extranjero.
"Los militantes no han depuesto las armas, siguen cometiendo crímenes o se están preparando para ello", dijo en un discurso televisado. "Quien no se rinda será destruido. He dado la orden a las fuerzas del orden y al ejército de disparar a matar, sin previo aviso”.
El mandatario, quien reconoció que solo en los disturbios de Almaty participaron más de 20,000 manifestantes, señaló que "los terroristas continúan dañando la propiedad estatal y privada, y utilizan sus armas en contra de los ciudadanos", y advirtió de que "la operación antiterrorista continúa”.
Tokayev rechazó cualquier negociación y prometió "eliminar" a los "bandidos" que han provocado estos disturbios, que según él tenían "un plan claro”.
"¿Qué tipo de negociación se puede tener con criminales, con asesinos? Nos hemos enfrenado a bandidos armados y entrenados (...) Hay que destruirlos y es lo que haremos en poco tiempo" agregó.
Aparentemente “bajo control”
Aunque el primer subdirector de la Administración Presidencial Daurén Abáyev afirmó este viernes que "el orden se ha restablecido en todo el país y la situación se ha estabilizado", todavía persisten los focos de resistencia de los manifestantes, atrincherados en diversas partes del país, y se escuchan disparos, según medios locales.