Un bombardeo contra una cárcel controlada por los rebeldes en la ciudad de Saada, al norte de Yemen, dejó al menos 82 personas muertas y otras 266 más heridas, de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud.
En un inicio, el ataque había sido atribuido a una coalición militar liderada por Arabia Saudita, pero en un comunicado, un portavoz negó que hubieran dirigido un bombardeo contra esta cárcel y aseguró que las informaciones al respecto "no tenían base ni fundamento".
El ataque se produjo en medio de la noche y alcanzó una cárcel en Saada, bastión de los rebeldes hutíes en el norte de Yemen. Médicos Sin Fronteras denunció el "horrible" ataque e indicó que la cifra se refiere únicamente a los pacientes enviados a un hospital de la ciudad, pero que hay "otros dos establecimientos (que) han recibido numerosos heridos".