"Tenemos necesidades legítimas de armas en nuestro país, para cuestiones como el control de pestes o proteger la biodiversidad" declaró. "Pero no necesitas armas semiautomáticas de tipo militar para hacerlo", alegó.
La primera ministra neozelandesa no está sola en este reclamo. Varios líderes de otros otros países de ingresos altos han manifestado su extrañeza ante la política de armas estadounidenses. Para el ministro australiano de Economía, Jim Chalmers, "es difícil imaginarse que un gran país como Estados Unidos pueda seguir así, con esta violencia causada por las armas, estas matanzas atroces”.
El portavoz de la cancillería china, Wang Wenbin, acusó a Estados Unidos de no hacer frente a la violencia de las armas ni al racismo. "El gobierno estadounidense no ha hecho nada sustancial para resolver estos problemas en las últimas décadas", sostuvo.
No todos los políticos estadounidenses reaccionan igual. El presidente Joe Biden, recordó tras la última matanza que "este tipo de tiroteos rara vez ocurren en otras partes del mundo”.
"¿Por que queremos vivir con esta carnicería? ¿Por qué permitimos que siga ocurriendo?", se preguntó.
El martes por la noche instó a los congresistas a que se enfrenten al poderoso lobby de las armas de la National Rifle Association (NRA), que ha dado miles de millones de dólares, en particular a políticos conservadores, para que no modifiquen la legislación y la hagan más restrictiva.
El Congreso ni siquiera ha podido legislar para que se pueda verificar el historial del comprador ni aumentar la edad mínima para comprar un arma o permitir a los jueces que prohíban que las armas caigan en manos de personas potencialmente peligrosas.
"La diferencia entre Estados Unidos y otros países no es que no haya gente con ideas homicidas, sino que no pueden ir a cualquier supermercado y comprar armas que matan a 20 niños en dos minutos", resumió el senador por Connecticut, Chris Murphy, a la cadena MSNBC el martes, tras abogar en el Senado por imponer un control estricto a las mismas.
Con información de AFP y EFE