Las autoridades advirtieron de la "complejidad" de la zona debido a que allí operan mineros, madereros y pescadores ilegales.
Además, el narcotráfico ha tenido una presencia cada vez mayor en los últimos años, utilizando la región como un importante corredor para el transporte de drogas producidas en Perú y Colombia, países que allí comparten frontera con Brasil.
Atalia do Norte, la pequeña ciudad de 20,000 habitantes adonde debían llegar el domingo, está conmovida por la desaparición.
"Lamentablemente, vivimos en una región de frontera, está el narcotráfico y, como ciudadana, creo que no tenemos seguridad", dijo a la AFP Marivalda Rabelo, recepcionista de la posada donde se hospedaron Phillips y Pereira antes de desaparecer.
"Rezamos, nunca sabemos qué imprevisto puede suceder", agrega Rabelo, que teme que si se trata de un hecho criminal, este quede impune en un lugar que ya fue noticia por casos no resueltos.
La investigación, bajo la lupa
Hasta ahora, la búsqueda ha dado únicamente con un único sospechoso detenido, Amarildo da Costa, de 41 años, quien fue visto por testigos en una lancha siguiendo a alta velocidad la embarcación en la que se desplazaban Phillips y Pereira. No está clara su implicación en el caso.
La policía realiza pericias sobre una mancha de sangre encontrada en una embarcación del detenido. Además, el viernes el equipo de búsqueda encontró material "aparentemente humano" cerca del puerto de Atalia do Norte que también está siendo analizado.