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Así funciona la ley de semiconductores y ciencia aprobada por Joe Biden

Esta acta, promulgada a principios de agosto, tiene como objetivo que Estados Unidos impulse su producción de chips ante el dominio chino del mercado.
lun 29 agosto 2022 01:45 PM
Ilustración de un semiconductor rodeado de circuitos.
La falta de semiconductores detuvo considerablemente la producción de automóviles durante el año pasado y derivó en un aumento de precios en la industria automotriz.

La escasez de semiconductores ha sido uno de los principales lastres en la cadena de suministros desde el inicio de la pandemia de covid-19. La mayoría de estos productos, que se ocupan desde tarjetas de movilidad hasta en computadores y automóviles, son producidos en China y Taiwán.

Ante este panorama, y como parte de sus intentos para reducir la dependencia de la economía estadounidense con China, el presidente Joe Biden promulgó la Ley de Semiconductores y ciencia.

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Estas son las claves de esta nueva ley y los beneficios que se esperan de ella.

Aprueban Ley de semiconductores

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó el martes 9 de agosto una ley para impulsar el desarrollo y la producción de semiconductores en el país ante el temor de que China se convierta en la potencia dominante de este sector.

La ley, que el Congreso aprobó a finales de julio, representa una victoria para Biden tras una pugna prolongada y es una buena noticia para su partido de cara a las elecciones de mitad de mandato.

¿En qué consiste?

La Ley Chips y Ciencia, que libera 52,000 millones en subvenciones, ayudará a Estados Unidos a ganar "la competencia económica del siglo XXI", aseguró Biden.

Esto incluye 39,000 millones en incentivos de fabricación, incluidos 2,000 millones para los chips heredados utilizados en automóviles y sistemas de defensa, 13,200 millones en I + D de la fuerza laboral, y 500 millones de dólares para proporcionar actividades de cadena de suministro de semiconductores y seguridad de tecnología de comunicaciones de información internacional.

También proporciona un crédito fiscal de inversión del 25% para gastos de capital para la fabricación de semiconductores y equipos relacionados.

Además de la inversión en estos componentes cruciales para la electrónica moderna, el texto prevé decenas de miles de millones de dólares para investigación y desarrollo.

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La ley incluye1,500 millones para promover y desplegar tecnologías inalámbricas que usan redes de acceso de radio abiertas e interoperables. Esta inversión impulsará el liderazgo de Estados Unidos en tecnologías inalámbricas y sus cadenas de suministro.

La legislación también buscará promover el liderazgo del país norteamericano en nuevas tecnologías, desde inteligencia artificial hasta biotecnología y computación, es fundamental tanto para la futura competitividad económica y la seguridad nacional de Estados Unidos, de acuerdo con el documento de la Casa Blanca.

La ley establecerá una dirección de tecnología, innovación y asociaciones en la Fundación Nacional de Ciencias (NSF) enfocada en campos como semiconductores y computación avanzada, tecnología de comunicaciones avanzada, tecnologías energéticas avanzadas, tecnologías de información cuántica y biotecnología.

El 25 de agosto, Biden firmó una orden ejecutiva para poner en acción su ambicioso plan. La rápida implementación señala la urgencia de la administración para impulsar la competitividad de Estados Unidos frente a China y aliviar la incesante escasez de chips que ha afectado a una amplia variedad de industrias, como los fabricantes de automóviles y los dispositivos de juego.

Aún no está claro en que momento el Departamento de Comercio pondrá oficialmente a disposición de los fabricantes sus 5,000 millones de dólares en subsidios para semiconductores.

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Pero la última orden de Biden establece un nuevo consejo interinstitucional encabezado por el director económico nacional, Brian Deese, para supervisar el despliegue de los fondos.

“Nos moveremos lo más rápido posible para desplegar estos fondos, al mismo tiempo que garantizamos el tiempo necesario para realizar la debida diligencia”, dijo la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, en un comunicado en Twitter.

¿Cómo beneficiará a EU?

De acuerdo con la Casa Blanca, esta ley impulsará la investigación, el desarrollo y la producción de semiconductores estadounidenses, asegurando el liderazgo de Estados Unidos en la tecnología que forma la base de todo, desde automóviles hasta electrodomésticos y sistemas de defensa.

El 9 de agosto, el día que Biden promulgó la ley, la compañía Micron anunció una inversión de 40,000 millones de dólares en la fabricación de chips de memoria, críticos para computadoras y dispositivos electrónicos, que crearán hasta 40,000 nuevos puestos de trabajo, de acuerdo con la Casa Blanca.

Micron calcula que la producción comenzará en la segunda mitad de la década y pronostica que la enorme inversión "garantizará la seguridad nacional de Estados Unidos y la recuperación de la cadena de suministros conforme crece la demanda por memorias".

Solo con esta inversión, la participación en el mercado estadounidense de producción de chips de memoria pasará de menos del 2% a un máximo del 10% durante la próxima década, estima el gobierno estadounidense.

Qualcomm y GlobalFoundries anunciaron una nueva asociación que incluye 4,200 millones de dólares para fabricar chips en una expansión de las instalaciones de GlobalFoundries en el norte del estado de Nueva York.

"EU no entrará en recesión", asegura Joe Biden a días de conocerse el PIB

Qualcomm, la empresa de semiconductores líder en el mundo, anunció planes para aumentar la producción de semiconductores en Estados Unidos hasta en un 50% durante los próximos cinco años.

“La histórica financiación e incentivos en la Ley de Semiconductores y Ciencia va ayudar a reconstruir nuestras cadenas de valor, manufactura e infraestructura aquí en casa, en conjunto con las inversiones cruciales de la Ley bipartidista de Infraestructura y la Ley de reducción de la inflación”, indicó la Casa Blanca en un comunicado.

Posible impacto en cadenas de suministro

La demanda mundial de semiconductores se disparó durante la pandemia y provocó una escasez mundial que se agravó con la clausura de fábricas chinas por rebrotes de covid-19.

Estados Unidos ha sufrido particularmente por esa escasez y ha reducido drásticamente su participación en la producción mundial en los últimos años, dando un margen de ventaja a Asia.

La falta de semiconductores detuvo considerablemente la producción de automóviles durante el año pasado y derivó en un aumento de precios en la industria automotriz.

Con información de AFP

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