No es la primera vez que Chile vive una elección histórica un 4 de septiembre. En 1952, fue la primera que las mujeres chilenas pudieron ejercer el voto. 18 años después, en 1970, el socialista Salvador Allende ganó las elecciones presidenciales.
En Santiago, la capital de Chile, los centros de votación tienen grandes filas desde la apertura, a las 8:00 horas. Las casillas de votación permanecerán abiertas hasta las 18:00 locales (17:00, tiempo de Ciudad de México).
A pie, en metro, en bicicleta o en autobús, las personas llegaron a los puestos, que cambiaron en esta elección para poder estar más cerca de los domicilios de los electores, de acuerdo con el Servicio Electoral de Chile. La plataforma de transporte privado Uber también ofreció un 50% a quien usará el servicio para acudir a votar.
“Mansa fila”, dice un hombre al llegar a su centro de votación, en el Liceo de Aplicación, una escuela en Santiago Centro, donde las filas eran de más de una cuadra desde las 10:05 horas. Sin embargo, el proceso es en su mayoría rápido.
En la Escuela Básica República de Ecuador, sobre la avenida Bernardo O’Higgings o la Alameda, la principal vía de Santiago, también las filas son de más de 100 personas, a pesar de las temperaturas de hasta 26 grados que se sienten en la región.
“El proceso ha sido super amigable, hay una persona aquí que te indica dónde está tu mesa y la fila que tienes que hacer, esto tarda unos 5 minutos, y para acudir a la mesa en el colegio y emitir el voto, duraba como tres minutos”, cuenta Gonzalo, de 51 años, a la salida del centro de votación.