Giorgetti deberá coordinar con los demás países de la UE la respuesta a una coyuntura difícil, acentuada por la crisis energética y la inflación.
Pese a su reputación de euroescéptica, Meloni también nombró al frente de la diplomacia a un europeo convencido, el expresidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani.
Tensiones con Berlusconi
La tarea de Meloni se anuncia difícil, ya que tendrá que mantener la unidad en una coalición que ya muestra fisuras.
Salvini y el ex primer ministro Silvio Berlusconi rechazan la autoridad de esta mujer, cuyo partido posfascista obtuvo un 26% de los votos en las elecciones del 25 de septiembre, frente al 8% de Forza Italia de Berlusconi y el 9% de la Liga.
Los medios de prensa de la península se hicieron eco de los múltiples cuestionamientos entre los tres dirigentes sobre el reparto de puestos.
Meloni es favorable a la OTAN y a Ucrania en la guerra que este país libra contra la invasión rusa.
Una postura que contrasta con la de Berlusconi, quien se congratuló esta semana por haber "reanudado" sus contactos con el presidente ruso, Vladimir Putin, y responsabilizó a Ucrania de la guerra.
Meloni se sintió obligada a aclarar el miércoles que Italia "forma parte plenamente y con la cabeza en alto" de la UE y la OTAN.
Trato de minimizar en las últimas semanas los temores que su llegada al poder provocoras en cuestiones de sociedad.