En un informe que cubre de julio a diciembre de 2022 y que fue publicado el lunes, el relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Afganistán, Richard Bennett, encontró que el trato de los talibanes a mujeres y niñas "puede equivaler a persecución de género, un crimen contra la humanidad".
"La política intencional y calculada de los talibanes es repudiar los derechos humanos de las mujeres y las niñas y borrarlas de la vida pública", dijo Bennett al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. "Puede equivaler al crimen internacional de persecución de género por el cual las autoridades pueden ser responsabilizadas".
Desde su llegada al poder en agosto de 2021, los talibanes han multiplicado las restricciones para las mujeres. Fueron vetadas de la universidad y no pueden pueden acceder a la educación secundaria.
Tampoco pueden viajar sin la compañía de un pariente hombre y deben cubrirse para salir de casa. En noviembre, los talibanes les prohibieron el acceso a los parques, jardines, gimnasios y baños públicos.
En diciembre, los talibanes vetaron a la mayoría de las trabajadoras humanitarias, lo que provocó que muchas agencias de ayuda suspendieran parcialmente sus operaciones en medio de una crisis humanitaria que se desarrollaba durante los fríos meses del invierno boreal.