"Con esta cumbre, los BRICS inician un nuevo capítulo", afirmó Ramaphosa.
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dio la bienvenida a los nuevos miembros en la plataforma X y dedicó "un mensaje especial" al presidente argentino, Alberto Fernández, un "gran amigo de Brasil y del mundo en desarrollo".
Desde Buenos Aires, en un mensaje televisado al país, Fernández dijo que Argentina se propuso ser parte de los BRICS "porque el difícil contexto internacional confiere al bloque una relevancia singular y lo constituye en un referente geopolítico y financiero importante, aunque no el único, para este mundo en desarrollo".
Declarándose "profundamente impresionado con la madurez de los BRICS", cuya "relevancia está confirmada", Lula apuntó que la "diversidad (del grupo) fortalece la lucha por un nuevo orden, que se adapte a la pluralidad económica, geográfica y política del siglo XXI".
"La presencia en este encuentro de los BRICS de decenas de líderes de otros países del Sur Global muestra que el mundo es más complejo que la mentalidad de la Guerra Fría que algunos quieren restaurar", destacó.
Para el presidente chino, Xi Jinping, las discusiones desembocaron en una "ampliación histórica" que augura un "futuro radiante para los países" del bloque.
Un alto consejero del presidente iraní Ebrahim Raisi, Mohammad Jamshidi, señaló por su parte que la adhesión de Irán supone un "éxito estratégico para la política exterior de la República Islámica".
El primer ministro etíope, Abiy Ahmed, celebró la decisión y declaró que la incorporación de su país al bloque representa un "momento fuerte" para el país africano.
Emiratos Árabes Unidos también se congratuló por su ingreso. Su presidente, Mohamed bin Zayed, afirmó "respetar la visión de los dirigentes de los BRICS".
Durante el encuentro, los BRICS reafirmaron su posición "no alineada", en un contexto de divisiones a raíz del conflicto en Ucrania.