Las sentencias ecuatorianas sólo serán reconocidas en Colombia si los prisioneros llegan a través de repatriaciones formales, dijo a periodistas el Ministro de Justicia de Colombia, Néstor Osuna. Si son expulsados, sólo serán encarcelados si tienen cargos pendientes en su país.
"Si hay una expulsión veremos cuántas personas, si llegan a la frontera, realmente necesitan ser detenidas por las autoridades colombianas", dijo Osuna, expresando su "genuino sentimiento de solidaridad" con el pueblo ecuatoriano.
Sigue la violencia en Guayaquil y Quito está desierta
El ataque en Guayaquil a la sede del canal TC Televisión la tarde del martes aumentó el pánico en la población, que abandonó rápidamente las calles para refugiarse en sus casas.
Por su ubicación estratégica, Guayaquil se ha convertido en los últimos años en epicentro del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
La violencia se mantenía en Guayaquil, la ciudad más grande del país, dijo la policía, que agregó que había identificado a tres cuerpos encontrados en un automóvil quemado al sur de la urbe durante la noche.
Dos policías fueron asesinados por hombres armados el martes en la provincia de Guayas, donde se encuentra Guayaquil. La policía no proporcionó más detalles.
"El susto que pasamos ayer fue tenaz (...) Hoy no estamos seguros, cualquier cosa puede pasar", dice Luis Chiliguano, un vigilante de 53 años que prefiere "esconderse" antes de enfrentar "a la delincuencia que está mejor armada".
Las calles de Quito y Guayaquil estaban tranquilas el miércoles por la mañana, con muchos negocios cerrados.
Centenares de militares custodian las desoladas calles alrededor de la sede presidencial en el centro de la capital, mientras en el norte el parque de La Carolina, el más grande de la ciudad de casi tres millones de habitantes, estaba vacío, sin sus habituales deportistas.
Pocos autos circulan en las avenidas de la capital y Guayaquil, donde almacenes y tiendas de barrio permanecen cerrados.
"Hay miedo, uno tiene que estar con precaución, mirando para acá, para allá, si tomo este bus, qué va a pasar", dijo a la agencia AFP una mujer de 68 años, que no quiso revelar su identidad y que "aterrorizada" salió a trabajar en una oficina del norte de Quito.
Las escuelas cerraron a nivel nacional y las clases se llevaron a cabo virtualmente. Los residentes dijeron que se sentía como un regreso a los cierres pandémicos.
"Es horrible, las calles están muy vacías", dijo a Reuters el guardia de seguridad de Guayaquil Rodolfo Tuaz, de 40 años. "Es un ambiente muy frío, como si hubiera un nuevo COVID".
Con información de AFP y Reuters