Ello quedó patente en las palabras del canciller francés, Stéphane Séjourné, quien este miércoles aseguró a la AFP que el reconocimiento de Palestina "no es un tabú para Francia", pero que este no era un buen momento.
La decisión debe ser "una herramienta diplomática al servicio de la solución de dos Estados que convivan en paz y seguridad", dijo.
"Francia no considera que se den todavía las condiciones para que esta decisión tenga un impacto real en este proceso", indicó en un comunicado.
Alemania, que también defiende la solución de los dos Estados, considera que un reconocimiento de Palestina debe ser resultado de negociaciones directas entre las partes en conflicto.
Arabia Saudita en cambio elogió la iniciativa de Madrid, Dublín y Oslo, que calificó de "decisión positiva".
"Consecuencias graves"
La iniciativa de Madrid, Dublín y Oslo fue saludada como el inicio de una "etapa importante" por el movimiento islamista palestino de Hamás y de hecho "histórico" por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), considerada internacionalmente como la única representante legítima del pueblo palestino.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó que reconocer a Palestina como un Estado es una "recompensa al terrorismo".
"Será un Estado terrorista, intentará una y otra vez cometer la masacre del 7 de octubre, y no lo permitiremos", declaró el dirigente en un vídeo difundido por su oficina, considerando que "una recompensa al terrorismo no traerá la paz".
Horas antes, Israel llamó a consultas a sus embajadores en Noruega, Irlanda y España. "Los pasos precipitados" de estos países "tendrán más consecuencias graves", afirmó en un comunicado el canciller israelí, Israel Katz.