Dos personas murieron el miércoles en Kiryat Shmona, en el norte de Israel, por disparos de cohetes desde Líbano. Se trata de los primeros civiles fallecidos en Israel por proyectiles lanzados desde el país vecino desde la intensificación de la ofensiva israelí contra Hezbolá, que ya dejó más de un millón de desplazados.
El movimiento islamista afirmó que frenó dos intentos de infiltración de soldados israelíes en el sur de Líbano y que también se enfrentó con las tropas en combates terrestres.
La Defensa Civil libanesa reportó que cinco de sus rescatistas murieron en un bombardeo israelí en el sur del país. El Ministerio de Salud libanés señaló por su parte que al menos cuatro personas murieron en otro ataque israelí contra un pueblo del distrito de Shouf, al sureste de Beirut.
Los habitantes de Gaza "luchan cada día"
En Gaza, donde continúan los bombardeos israelíes, los habitantes "luchan cada día para poder alimentar a sus familias, encontrar agua potable, energía para seguir viviendo", dijo Sarah Davies, del Comité Internacional de la Cruz Roja.
El conflicto se desencadenó el 7 de octubre de 2023, tras el ataque sin precedentes de Hamás en el sur de Israel, que causó la muerte de 1.206 personas, la mayoría civiles, según un recuento de AFP basado en cifras oficiales israelíes.
De las 251 personas secuestradas ese día, 97 siguen retenidas en Gaza, 34 de las cuales fueron declaradas muertas por el ejército israelí.
En respuesta, Israel lanzó una implacable ofensiva en el territorio palestino, gobernada por Hamás, en la que ya han muerto más de 42.010 palestinos, mayoritariamente civiles, según datos del Ministerio de Salud, que la ONU considera fiables.