Biden ya advirtió a Israel de que no ataque las plantas nucleares iraníes. También le desaconsejó atacar las instalaciones petroleras del país, lo que dispararía los precios del crudo a menos de un mes de las elecciones presidenciales estadounidenses.
Cohetes matan a dos israelíes
Irán lanzó el 1 de octubre más de 200 misiles contra Israel, su principal enemigo, y afirmó que fue en respuesta a las muertes del jefe del Hezbolá libanés, Hasán Nasralá, y del jefe de Hamás, Ismail Haniyeh.
El primero murió en un bombardeo israelí el 27 de septiembre en Beirut, la capital libanesa. El segundo fue abatido en un bombardeo atribuido a Israel el 31 de julio en Teherán .
Una fuente del gobierno libanés afirmó el miércoles a AFP que Hezbolá había aceptado un acuerdo de alto el fuego con Israel el día que murió Nasralá.
Pero Netanyahu afirmó el mismo día ante la ONU que continuaría atacando a Hezbolá en Líbano. Además, el gobierno libanés "no tiene más contacto" con el grupo chiita desde la muerte de su líder, añadió la fuente.
Hasta entonces, la poderosa formación apoyada por Irán condicionaba cualquier tregua en Líbano al cese de los combates en Gaza.
Hezbolá abrió un frente contra Israel hace un año para apoyar a Hamás.
Tras haber debilitado a Hamás en su ofensiva en Gaza, el ejército israelí desplazó a mediados de septiembre el grueso de sus operaciones hacia Líbano para combatir a Hezbolá.
El 30 de septiembre, el ejército lanzó una ofensiva terrestre en el sur de Líbano. El objetivo, según el Estado hebreo, es que decenas de miles de israelíes desplazados por la violencia en la frontera puedan volver a sus hogares.