El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, visitó este lunes la Casa Blanca por segunda vez desde que Donald Trump regresó a la presidencia de Estados Unidos, a finales de enero. El encuentro tiene lugar en un contexto marcado por el agravamiento del conflicto en Gaza, la presión diplomática sobre Israel y una creciente guerra comercial global impulsada por Washington.
Trump y Netanyahu se reúnen en Washington en medio de tensiones globales

La reunión se da apenas semanas después de que Trump propusiera que Estados Unidos tomara el control de la Franja de Gaza para desarrollar un proyecto inmobiliario, una declaración que dejó perpleja a buena parte de la comunidad internacional durante su primer cara a cara con Netanyahu en febrero.
En esta ocasión, el mandatario israelí busca negociar una exención —o al menos una reducción— a los aranceles del 17% que Washington planea imponer a partir del miércoles sobre una amplia gama de importaciones, incluidas las procedentes de Israel.
La medida forma parte de un paquete que establece un arancel universal del 10%, además de gravámenes especiales para los principales socios comerciales de Estados Unidos. "Creo que refleja la relación personal especial y el vínculo único entre Estados Unidos e Israel, que es tan vital en este momento", declaró Netanyahu antes de su llegada a Washington.
Netanyahu es el primer líder extranjero que visita la Casa Blanca tras el anuncio de estos aranceles, en un momento en que los mercados internacionales han comenzado a resentirse. Diversos medios reportan que los temores a una recesión global se intensificaron luego del anuncio de Trump, lo que provocó caídas significativas en las bolsas de valores europeas y asiáticas.
Además del tema comercial, los líderes discutirán la intensificación de la guerra en la Franja de Gaza, la situación de los rehenes israelíes retenidos por Hamás y lo que el gobierno de Israel describe como la creciente “amenaza iraní”. La ofensiva israelí se reanudó el 18 de marzo tras una tregua de dos meses, y desde entonces más de 1,330 personas han muerto en operaciones aéreas y terrestres en el enclave palestino, de acuerdo con el Ministerio de Sanidad de Hamás.
Mientras Netanyahu se prepara para la reunión en Washington, dentro de Israel también crece la presión sobre su gobierno y el ejército. Este lunes, el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, ordenó una “investigación en profundidad” sobre los disparos de soldados israelíes contra ambulancias en el sur de Gaza ocurridos el 23 de marzo. Según confirmó el ejército en un comunicado, la orden se dio tras una indagación preliminar sobre los hechos en los que murieron 15 trabajadores humanitarios baleados.
De igual manera, los líderes de Francia, Egipto y Jordania emitieron una declaración conjunta tras una cumbre en El Cairo en la que afirmaron que la Franja de Gaza debe estar bajo control exclusivo de la Autoridad Palestina una vez que termine el conflicto.
“La gobernanza, la ley y el orden, y la seguridad en Gaza, así como en todos los Territorios Palestinos, deben ser responsabilidad exclusiva de una Autoridad Palestina fortalecida, por apoyos regionales e internacionales”, indicaron el presidente francés Emmanuel Macron, el mandatario egipcio Abdel Fatá al Sisi y el rey de Jordania, Abdalá II.
El conflicto ha causado un nuevo desplazamiento masivo en Gaza. De acuerdo con el portavoz del secretario general de Naciones Unidas, cerca de 400,000 personas han sido desplazadas desde el 18 de marzo, cuando comenzaron de nuevo las operaciones militares israelíes.
"Los sobrevivientes de Gaza son desplazados repetidas veces y obligados a ubicarse en espacios cada vez más reducidos en los que sus necesidades básicas no pueden ser atendidas", lamentó Stéphane Dujarric este lunes.
Según datos de la ONU, casi la totalidad de los 2.4 millones de habitantes de Gaza fueron desplazados al menos una vez desde el inicio de la ofensiva israelí el 7 de octubre de 2023 y hasta la tregua temporal en enero.
Con información de AFP.