OPINIÓN: ¿Qué sigue tras la segunda vuelta en Brasil?
Nota del editor: Roberto A. Ruarte es director y editor de Ruarte Reports. Es asesor en mercados financieros y el precursor de Análisis Técnico en Argentina y Latinoamérica. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(Expansión) - Brasil, el país con mayor población, superficie y PIB en Latinoamérica, elegirá en segunda vuelta -este 28 de octubre- a su nuevo presidente. La mayoría de los sondeos dan como favorito a Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL) por encima de Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT).
Desde la perspectiva de los inversionistas, Brasil es el país que más contribuye, con 7.75%, a los componentes del Emerging Markets ETF (EEM). La segunda posición la ocupa México, con 3.11%, tanto en población como en superficie y PIB.
Brasil supera a México, a pesar de que este es más importante por su comercio y de que el peso mexicano es más líquido que el real brasileño.
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Cuando los fondos de mercados emergentes se encuentran en Latinoamérica, cerca del 80% de la inversión es inyectada en Brasil o México, por lo que ambos gigantes suelen competir por la preferencia de los inversionistas. El otro 20% -o incluso menos- va a otros países, como Colombia, Chile, Perú y Argentina (recientemente incorporado a los mercados emergentes).
A pesar de las similitudes, ambas naciones han elegido un camino diferente para sus gobiernos. Recientemente México eligió a Andrés Manuel López Obrador, del partido Morena, que se ubica a la izquierda del Partido Acción Nacional (PAN) y del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En contraposición, Brasil sale de un gobierno más de izquierda para ir más a uno de derecha. Con base en esta tendencia -que debemos esperar al lunes a ver si se concreta- la pregunta es qué decidirán los mercados, quienes históricamente han alternado sus preferencias entre México y Brasil.
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Los analistas podrían concluir que Brasil ahora será el elegido por inversionistas debido a que tiene un candidato más promercado. El periodo de 2003 a 2008 también fue de gran euforia en Brasil con Luiz Inácio Lula da Silva, en comparación con el México bajo los mandatos de Vicente Fox y Felipe Calderón, del PAN.
Aunque muchos pueden decir que Lula da Silva era una izquierda moderada y que el PAN no es tan derecha, es claro que los inversores eligieron a Brasil en el periodo de 2003 a 2010, mientras que de 2010 a 2016 escogieron a México.
Ahora ¿qué elegirán los inversionistas, el México de AMLO o el Brasil del Bolsonaro posiblemente victorioso? El tiempo lo dirá.
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En el tema económico, la Bolsa de Valores tiene sus caprichos, al igual que su moneda. ¿Quién hubiera pensado que con Lula da Silva la moneda brasileña se apreciaría de 4 a 1.56 reales por dólar, mientras que con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de Enrique Peña Nieto, el dólar pasaría de 12 a 19 pesos por billete verde?
Es posible que la victoria de Bolsonaro ya fuera vaticinada por la Bolsa y por su moneda. De hecho, el Brasil ETF (EWZ) ha venido recuperándose desde niveles de 31 a 40 dólares, mientras que la moneda ahora cotiza cerca de 3.70 reales por dólar, cuando antes de la primera vuelta tocó los 4.20 reales.
Brasil hizo un mercado bajista perfecto entre el techo del 2008 y 2016. Este fue fabricado con un Lula da Silva fuerte, gran crecimiento y con un Brasil posicionado entre los cinco países más importantes del mundo. A partir del 2016 iniciaron las malas noticias: la epidemia del zika, la inflación, la recesión y una baja en la imagen de Dilma Rousseff, que terminó con su destitución y posterior salida del gobierno.
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Brasil perdió en su Bolsa el 85% de su valor en dólares de 2008 al 2016. El real pasó de 1.56 para regresar a niveles de 4.20; el país actualmente está en 65% más bajo comparado con los niveles máximos del 2008 y para resurgir necesitaría subir 200%.
En tanto, México se encuentra 40% debajo de sus máximos y solo necesita subir un 80%. ¿Brasil está más barato que México? ¿Eso lo hace ser el elegido?
Mucho de lo anterior tendrá que ver el contexto internacional. Brasil es más dependiente de los commodities y tiene una economía más cerrada, sin mencionar que es segundo productor de soya y gran productor de café. México, por su lado, tiene una economía mucha más abierta y con más dependencia de Estados Unidos.
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Dice el dicho que si Estados Unidos se resfría, México se "agripa", por lo tanto la suerte del mercado mexicano estará atada a lo que suceda con la incipiente caída en Wall Street, mientras que Brasil estará más cercano a lo que suceda con los commodities.
Si la caída de Wall Street viene con inflación, Brasil debería ganarle a México porque las materias primas subirán. Si resulta deflacionaria el pronóstico es reservado, pues también se derrumbarían los precios de los commodities. Lo sufrirá Brasil y lo que prometía ser un gran bull market desde el 2016 podría convertirse en una fallida salida.
En términos técnicos nos inclinamos a pensar que lo que ha empezado en Wall Street para sorpresa de muchos llegó para quedarse hasta 2021. Incluso nos vamos más por un escenario deflacionario que inflacionario.
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Brasil puede sufrir y los parámetros técnicos para nosotros están claros: la resistencia del EWZ se encuentra en 40-42, mientras que su soporte en 29-31. Si es arriba de 42 pensaremos que el bull market del 2016 está intacto y si es por debajo de 29, que ha sido una falsa salida como Argentina entre 1995 y 1997.
En cuanto al real, la resistencia está muy marcada en 4.20-4.25 y el soporte en 3.40-3.70. Las caídas debajo de 3.40 pondría a Brasil como un mercado alcista intacto; una subida por encima de 4.25 llevará al EWZ a ser lo que técnicamente se conoce como un “rebote” dentro de un mercado bajista no finalizado en 2016. El mercado como siempre tendrá su veredicto.
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