Las ciencias y las humanidades se enriquecen de estos nuevos entornos de aprendizaje. En el caso de la literatura, la filosofía y las artes, les permiten generar historias paralelas, mundos virtuales, visitas en el tiempo y combinaciones, sea de sonidos o colores que produzcan obras de arte que posteriormente son imprimibles en tercera dimensión.
Una de las fortalezas de la realidad aumentada es que permiten una instrucción activa o de “manos a la obra”. Los estudiantes se ven obligados a expandir, tocar, mover, colocar, dividir, cortar, ajustar, entre otras acciones.
Esto lleva a desarrollo de habilidades y niveles de dominio del conocimiento a grados de aplicación y no sólo de adquisición de información. A pesar de estos avances en México, necesitamos entender qué es la realidad aumentada, cómo funciona, qué habilidades realmente evolucionan, cómo vincular dichas competencias con los perfiles de egreso y demanda laboral que requieren las empresas del país.