(Expansión) - Los desgarradores acontecimientos del 10 de enero en el Colegio Cervantes de Torreón, Coahuila, donde un alumno disparó contra sus compañeros de grupo, su maestra y finalmente se quitó la vida, nos invitan a reflexionar a los padres de familia sobre ¿qué estamos haciendo con nuestros hijos en esta época tan desafiante?, ¿de qué forma enfrentamos la paternidad responsable, no sólo en su educación, sino en su formación como seres humanos?
Este no fue un hecho aislado, ¿cuál era la realidad que estaba viviendo el alumno para llegar a tener ese grado de ira y violencia social que lo llevó actuar en ese comportamiento extremo? ¿qué valores vivimos cotidianamente, en la casa, el trabajo, con los amigos, que sin darnos cuenta, transmitimos a nuestros hijos? Es claro que estamos viviendo en una sociedad consumista, permisiva, compulsiva, impersonal con una grave crisis de valores, la cual ha sido propiciada y tolerada por nosotros mismos.
En esta era virtual, de hiperestimulación, de exceso de información, de búsqueda constantemente de gratificaciones y de estímulos cada vez más intensos que afectan el entorno de nuestros hijos y su toma de decisiones ¿qué hacemos los padres al respecto?, ¿nos dejamos llevar por ello? ¿volteamos a ver más el celular que a nuestros hijos? ¿importan más las pantallas que la escucha y las palabras hacia ellos? ¿estamos esperando respuestas a través de las redes y por ello dejamos de ocuparnos y preocuparnos por lo que les pasa a nuestros hijos en el tiempo real? ¿nos damos cuenta del vacío interior que nos provoca?