En cuanto a tecnología, mientras hablamos, la maquinaria de las organizaciones trabaja buscando soluciones para aumentar la flexibilidad de sus sistemas en todos los niveles, con el objetivo de mantener sus operaciones.
A la par, existe una brecha real en habilidades de uso de las tecnologías, lo que ha representado para muchos realizar capacitaciones en tiempo récord. Al final, es cuestión de constancia y compromiso mutuo (empleador-colaborador) para tener la organización completamente aceitada y trabajando al 100%.
Otro factor agregado al trabajo remoto es la condición externa por la cual se produjo esta circunstancia, que es una crisis a nivel mundial. El aislamiento puede convertirse en un problema con posibles efectos en nuestros colaboradores en varios niveles.
Por ello, es de vital importancia que los canales de comunicación entre el empleador y colaborador sean claros, constantes y abiertos a cualquier inquietud, además de promover la confianza y respeto entre los empleados, calibrar expectativas, además de puntualizar la importancia de mantener el éxito en cada una de nuestras labores encomendadas.
Aunado a esto, podemos pensar en un espacio virtual más colaborativo a través de verificaciones constantes de pendientes entre miembros del equipo, haciendo uso de todos los recursos que tengamos a la mano como videoconferencias, chats empresariales, llamadas e incluso WhatsApp.