Nadie sabe con exactitud cuándo va a terminar esta crisis de salud y económica y, sobre todo, el impacto que va a tener en el mundo laboral, por lo que es importante registrar las buenas prácticas que se están implementando en las organizaciones para que sirvan como ejemplo y se puedan replicar en otras empresas o negocios, sea cual sea su tamaño, en ésta o en otro tipo de emergencias.
El futuro del trabajo es hoy, un futuro que no imaginábamos y que está cambiando paradigmas, por ejemplo, la manera de trabajar bajo el esquema de home office.
Algunas de las prácticas que hemos implementado en la organización, y que hemos detectado en otras, van relacionadas a la forma eficiente de trabajar remotamente. En nuestra empresa, por ejemplo, comenzamos con esta práctica el 17 de marzo, dos días después, el 98% de los colaboradores ya estaba trabajando vía remota y el día 23 de marzo, el 100%, es decir casi 300 empleados, estábamos laborando desde casa exitosamente con las herramientas necesarias para cumplir de forma óptima con nuestra labor.
Bajo este esquema, algunas acciones que nos han funcionado que comparto y que considero que no deben de faltar en las estrategias para el trabajo remoto, incluyen la implementación de sesiones informativas virtuales para comunicar cualquier asunto del manejo del negocio y la forma de atenderlo vía remota, así como responder a la innegable incertidumbre que tienen los colaboradores sobre su situación laboral.
Relacionado a lo anterior, se deben implementar reuniones virtuales con el director general que en momentos como éste son decisivas para escuchar de primera mano al líder de la organización, quien, además de compartir el status sobre la situación de salud de los colaboradores, dará línea de las acciones de continuidad del negocio y, de manera especial, abrirá la conversación para que los empleados manifiesten sus preocupaciones, miedos, pero también sus ideas innovadoras.