Ya hemos platicado antes sobre la generación de nuevos canales de compra, venta y distribución de productos y servicios. Ante esto, las empresas tendrán que generar sus propios medios de comercialización en línea y combinarlos con los canales que irán apareciendo. Sin embargo, esto no es una situación menor, ya que genera varios retos, entre los que se encuentran:
● El costo y administración es mucho más importante que solamente tener un carrito de compras.
● ¿Cómo compite el fabricante con su propia red de distribución al vender directamente al público?, ¿tenderán a hacerse más cortas las cadenas comerciales desapareciendo intermediarios?
Por supuesto que habrá una tentación a que lo anterior suceda, ya que disminuye el costo de ventas aumentando el margen bruto, pero habrá que sortear importantes retos en cuanto a la seguridad al aceptar y, esporádicamente, emitir pagos a través de las plataformas. Aún hay temas regulatorios que cumplir.
Ciertamente no podemos -ni debemos- dejar a un lado el tema laboral, que ya ha sido fuertemente golpeado por la pandemia del COVID-19. Con toda la fila de negocios que han dejado de existir, y profesiones que podrían enfrentar más rápido un periodo de obsolescencia, también se visualizan áreas de oportunidad y un aumento en la demanda por desarrolladores con particular énfasis en front end (diseño y experiencia del usuario) y móvil.