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Renovarse o morir, la cruda realidad del consumo en México

En el consumo, como en la teoría de la evolución, el que sobrevive no es el más fuerte sino el que mejor se adapta, opina Juan Carlos Jouve.
mar 12 mayo 2020 11:58 PM

(Expansión) – El COVID-19 vino a marcar un cambio sin precedentes y a una escala nunca vista. La pandemia que hoy vivimos está transformando la forma en la que las personas y la sociedad solían interactuar. Hoy todos experimentamos variaciones en nuestros hábitos; ya sean de comunicación, de consumo, de higiene, y, sobre todo, de relacionamiento con los demás.

Esto, si bien genera fricciones inmediatas en el consumidor y en todo su ecosistema, también genera una gran oportunidad. Normalmente es desde las grandes crisis, ya sean económicas, sociales, políticas o de pensamiento, donde emergen los grandes avances sociales, tecnológicos y científicos de la humanidad.

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Para México, el COVID-19 llegó en un año complejo en términos económicos, pues vino a desestabilizar los indicadores que se mantenían “saludables” como el tipo de cambio, la inflación y el flujo de ingresos por remesas al país, además de complicar aún más otros indicadores que reflejaban una débil actividad económica, como la contracción en el PIB 2019 de -0.1%, y la generación de empleos, que apenas alcanzó la cifra de 342,077 plazas creadas, una disminución del 48% en comparación con 2018.

Derivado de lo anterior, a través de diversos estudios de mercado, hoy sabemos que el 83% de los mexicanos se encuentra actualmente en una replanificación financiera para hacer frente a la situación económica de sus hogares.

Bajo este entorno es que muchos podrían pensar que el COVID-19 vino a crear la tormenta perfecta en México. Una que, si bien va a tener fuertes impactos económicos en el corto y mediano plazo, estoy seguro de que traerá desarrollo, nuevas tecnologías y formas de cuidarnos y valorarnos como sociedad. Algunos de los puntos en los que baso esta idea son:

- Cambios de hábitos: el COVID-19 obliga al consumidor a romper sus patrones tradicionales. Las compras de pánico, las modificaciones en el abasto y los retos en la cadena de distribución han modificado la adquisición de productos al interior de los hogares.

- Categorías de alimentos como congelados, enlatados y muchas otras más están llegando a más hogares y han encontrado nuevas ocasiones de consumo entre los miembros del hogar.

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- En contraparte, uno de los grandes retos se encuentra en las categorías cuya ocasión principal de uso se daba fuera del hogar, en el transporte o en los centros de trabajo, ya que 80% de las personas están usando menos el transporte público y el 35% usa menos su auto, pues evita salir a la calle.

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- Cambios en el uso de tecnologías para comprar, trabajar y conectarnos: el internet, los servicios direct to consumer (D2C) y la atención remota (online o telefónica) son sólo algunos ejemplos de la evolución que vivimos.

- Plataformas digitales y tiendas físicas incrementan su nivel de interacción acercándonos más a una realidad omnicanal, donde una marca o una tienda logra conectar con el consumidor a través de distintos medios de contacto para lograr un mayor nivel de relacionamiento (engagement) y una mejor experiencia de compra.

- Hoy sabemos que, en marzo, el 29% de personas incrementaron sus compras online. Además, el 34% de los mexicanos proyecta que sus compras en el próximo mes a través del comercio electrónico se verán incrementadas.

- Cambio en los medios de comunicación y los contenidos: medios y canales de comunicación se han visto forzados a innovar para mantener sus audiencias e incluso captar nuevas dada la nueva demanda ocasionada por la crisis sanitaria. El consumo de medios se da en casa, por lo que el 37% de las personas está viendo más TV abierta y el 56% mira videos a través de plataformas digitales como YouTube, entre otras.

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Ante este entorno, la batalla por la lealtad de compra se vuelve más compleja y relevante. En el consumo, como en la teoría de la evolución, el que sobrevive no es el más fuerte sino el que mejor se adapta. Entender estos cambios y actuar de cara al consumidor en términos de comunicación, oferta de productos y ruta al mercado (go to market) es indispensable para las empresas que buscan salir fortalecidas.

El fenómeno del COVID-19 ha venido a cambiar nuestro marco de referencia y nuestra escala de valores. Nos adentramos en un “nuevo normal”, donde los cambios temporales que hoy experimentamos serán la nueva norma del mañana.

Nota del editor: Juan Carlos Jouve es Director de Servicio al Cliente de la División Worldpanel de Kantar México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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