La deuda pública debe fungir como una alternativa de gasto en aquellos momentos de crisis económicas, por lo tanto, es necesario reducir los niveles de deuda con relación al PIB para tener mayores posibilidades de endeudamiento productivo en el futuro (orientado a inversiones y créditos para las mipymes).
Tambien es importante que haya una mayor inversión pública en todo el país en sectores estratégicos como la salud, educación y ciencia y tecnología. El fondo de estabilización económica debe actuar como un instrumento de política contracíclica para atenuar las perturbaciones de los ciclos de la economía. Por otro lado, es necesario que el Banco de México (Banxico) reconsidere incluir un objetivo adicional de política monetaria.
No solo es importante salvaguardar la estabilidad de precios sino también promover el crecimiento económico y procurar que la producción no se desvíe de su tendencia de largo plazo, para ello es importante que haya una mayor coordinación con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que ambas políticas (fiscal y monetaria) vayan en un mismo sentido y obtengan mejores resultados.
OPINIÓN: México ante la búsqueda de alternativas para la reactivación económica
Asimismo se debe poner en la agenda pública si es necesario redefinir cómo se asignan las aportaciones estatales, pues en periodos bajos del ciclo del PIB, las regiones más desfavorecidas son las que tienen mayor impacto negativo en el nivel de empleo. Por eso es posible reducir las aportaciones de algunos estados ricos (existen estudios que argumentan que aun reduciéndoles los recursos serían igual de eficientes) para reasignarlos a los más pobres, con la intención de generar empleos (reinvirtiendo en obras públicas) y sobre todo en la creación de instrumentos contracíclicos (como seguros de desempleo locales) y utilizarlos cuando haya crisis económica.
Por otro lado, es necesario que tanto el sector público como el sector privado empaten un nuevo programa para los trabajadores, un nuevo esquema que debe incluir jornadas laborales más cortas y permitir el trabajo en casa (home office). Esto no solo permitirá que los trabajadores mantengan, e incluso eleven su productividad, sino que tendrán mayor tiempo para dedicarle a sus familias y hacer otras actividades, logrando un mayor entorno familiar, personal y profesional; permitiéndoles alcanzar un mejor nivel de vida.