Por su parte, la OCDE presentó dos posibles escenarios para el desempeño de la economía en el corto plazo; consideraron que, dada la elevada incertidumbre a nivel mundial, era mejor presentar dos posibilidades.
En el primer escenario, el más optimista, la OCDE asume que la pandemia de COVID-19 seguirá replegándose y se controlará cada vez más, por lo que las economías podrán comenzar a recuperar sus actividades económicas poco a poco durante 2020; aun con los inicios de una recuperación en 2020, la OCDE estima una tasa de (-)6% para la economía global en 2020, mientras que para México la caída bajo este escenario sería de (-)7.5%.
Sin embargo, el segundo escenario presentado por la OCDE es más serio, ya que considera la posibilidad de que haya un segundo brote de COVID-19, lo cual inevitablemente llevaría a una reanudación de medidas fuertes de contención y representaría un segundo shock para la economía. Bajo este escenario, la caída de la economía global sería de (-)7.6%, mientras que la economía de México tendría una contracción de (-)8.6%.
Para la OCDE, la probabilidad de evitar un segundo brote de COVID-19 en 2020 depende en gran parte de la implementación de medidas de prueba, seguimiento, rastreo y aislamiento de los casos de coronavirus en cada país, de manera que los contagios se puedan mantener controlados y se evite un resurgimiento del virus.
Los reportes presentados esta semana son otra muestra de la caída en los pronósticos de crecimiento ante la pandemia de COVID-19. En particular, el reporte de la OCDE deja dos mensajes claros y relevantes para México.
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