Desde esta visión, el modelo masculino que representa a la humanidad debe reunir los siguientes atributos: cierta condición social, orientación sexual, credo religioso y apariencia física. En otras palabras, desde esta visión la figura masculina debe ser joven, proveedor de su familia, profesional, sin discapacidades, blanco, heterosexual, racional y arquitecto del orden social. Todo aquel hombre que no cumpla con dichos atributos también es invisibilizado o estigmatizado son expresiones lingüísticas denigrantes.
Lo asombroso es que estas concepciones son recreadas en nuestro lenguaje sin darnos cuenta.
Así que aquí van algunas recomendaciones para transformar de manera deliberada los usos discriminatorios del lenguaje y lograr una comunicación incluyente al momento de estar frente a un grupo.
Evita universalizar
En una junta, muchos sustantivos se utilizan con el género gramatical masculino para referirse a la totalidad de las personas. Al dirigirte a tu grupo, utiliza sustantivos colectivos no sexuados.
Expresión sexista: Bienvenidos a esta junta.
Alternativa no sexista: Doy la bienvenida a todas las personas a esta junta.
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