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Epic Games vs Apple: mission one

Es difícil pronosticar un posible ganador de la disputa, ya que estas dos empresas están viendo por sus intereses e ingresos, opina Gustavo Hernández.
vie 04 septiembre 2020 01:00 PM

(Expansión) – Una de las noticias más mencionadas en los últimos días fue la problemática que se generó entre Apple y Google contra Epic Games debido a que esta añadió a su juego Fortnite un método de pago para los dispositivos móviles, que le permitía evadir las comisiones de los sistemas de pagos en iOS y Android y evitar el pago de comisión del 30% a estas, lo que causó que este juego fuera retirado de las tiendas virtuales de las respectivas compañías.

Hasta ahora solo Microsoft se ha pronunciado a favor de Epic Games pidiendo que se le permita continuar utilizado el motor de desarrollo de Apple. Muestras tanto Epic Games inició acciones legales contra Apple.

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Hasta hace unos meses ambas tiendas virtuales habían acumulado un total de 129 millones de descargas, 125 millones en dispositivos de Apple y 4.2 millones de descargas en deportivos Android y se estima que el gasto promedio por descarga es de 7.70 dólares lo que representa un ingreso de aproximado de 962 millones de dólares (mdd) para Epic Games y de 288 mdd en comisiones para Apple

La industria de desarrollo de videojuegos es bastante grande y hay varias empresas que cotizan en las bolsas de Estados Unidos, por ejemplo está Activision Blizzard con un valor de 56,000 mdd, siguiéndole Electronic Arts con un valor de 36.5 mil mdd y la de menor valor es Take-Two Interactive Software con un valor de mercado de 15,000 mdd, mientras que Epic Games como empresa privada tiene un valor de 17,000 mdd.

Aunque esta disputa apenas comienza, el precio de las acciones de Apple en lo que va del mes de agosto llevan un crecimiento del 18%, así que esta diferencia no ha llegado a tener impacto en los mercados financieros hasta ahora.

Un antecedente a este tipo de disputas, aunque no fue entre “socios” que sí tuvo consecuencia en los mercados accionarios fue el que se dio entre Huawei y el presidente de Estados Unidos. En mayo de 2018, el presidente Trump firmó una ley argumentando motivos de seguridad nacional para prohibir la contratación de proveedores tecnológicos extranjeros por parte del gobierno.

También colocó a Huawei en la “lista negra”, lo que le prohíbe vender productos en territorio estadounidense e impide a las tecnológicas suministrarle procesadores, claves para su negocio. Ya que estos teléfonos están armados con partes de fabricantes estadounidenses empresas como Intel, Qualcomm y Micron Technology sufrieron caídas en el precios de sus acciones tras esta decisión.

Este es un conflicto entre una empresa privada y una pública y las posibles repercusiones que tenga en las Bolsas de valores podrían ser mínimos en las acciones de las empresas que se involucren, a diferencia de Huawei, que arrastró a otras compañías.

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Un videojuego como clave para mantener viva la experiencia de Notre Dame.

Es difícil pronosticar un posible ganador de la disputa, ya que estas dos empresas están viendo por sus intereses e ingresos. Seguramente en estos meses de confinamiento se potencializó el número de descargas de este juego, así como el gasto dentro del mismo; al parecer la compañía desarrolladora está dispuesta a compartir con su distribuidor.

En este tiempo es muy difícil que una empresa se desarrolle de forma aislada, por lo cual debe buscar un socio estratégico que la ayude a potencializar su producto o servicio. Si este socio es una empresa que participa parcialmente en el mismo mercado que la empresa, esta asociación puede ser de lo más fructífera, ya que ambas pueden ser un buen complemento mutuo.

Un problema que puede darse es que el complemento que busca la empresa solo sea ofrecido por un pequeño número de compañías y la empresa que requiere un socio tenga que adaptase a las condiciones de estas, lo que tiempo después podría generar diferencias entre estos socios.

Que las empresas desarrollen su propio ecosistema en el sector tecnológico puede llevarlas a un aislamiento que las llevaría a un retraso tecnológico o incompatibilidad con otras tecnologías.

Nota del editor: Gustavo Hernández es Ingeniero Matemático egresado de la ESFM del IPN con 5 años de carrera bancaria. Actualmente se desarrolla como data scientist en el área de análisis bursátil de Grupo financiero Ve por Más. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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