La pandemia tomó mal parada a la economía mexicana porque en 2019 tuvimos un PIB de -0.3% y para este 2020 se espera un escenario de caída de entre el 9 y el 11%, lo que va a provocar una mayor cantidad de pobres. Además, existe incertidumbre sobre cómo será la recuperación en el 2021 porque en buena medida dependerá si hay una vacuna que sea efectiva y esté a tiempo, además del tiempo que llevará distribuirla o en su defecto que se encuentre un tratamiento para tratar el COVID-19. Así que pronosticar lo que pasará en el 2021 se ve muy complicado.
Para superar la crisis es necesario que los proyectos en infraestructura se puedan realizar y se debe dar certidumbre a la inversión privada. Sólo así se podrá elevar el empleo y el consumo.
Además, es necesario evitar que la crisis económica se convierta en una crisis financiera. Afortunadamente el índice de morosidad de la banca se encuentra en 2.1% y sus reservas tienen el 1.6 de lo prestado. El programa de refinanciamiento que han otorgado las instituciones bancarias ha funcionado y seguramente va a continuar, pero se debe evitar que las empresas caigan en moratorias de pago y por esa razón es urgente la reactivación económica.
Se debe entender que ayudar a las empresas es también ayudar a los trabajadores porque se evita que más personas vayan al desempleo y además son el eje central para la recuperación. ¿Qué pasará si muchas empresas quiebran o no pueden pagar sus deudas? ¿Qué pasará si más personas dejan la formalidad y se van a la informalidad a causa del desempleo?
OPINIÓN: 2021 y la peor crisis del último siglo para México
Hay mucha incertidumbre sobre el futuro de México. La dura realidad se está imponiendo a una crisis que si bien está afectando a todo el mundo, cada país va a salir de forma diferente porque unos cuentan con instituciones más fuertes, Estado de derecho, no cambian las reglas de inversión, hay apoyos a las familias y a las empresas, pero sobre todo los países desarrollados saben que las empresas son el eje central para la generación de empleos.
La crisis de salud ni siquiera ha terminado, así que no podemos afirmar que la economía en México ya está lista para salir de la crisis; faltan meses complicados, sobre todo para saber el impacto real.