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Convirtamos a cada emprendedor en un empresario

El analfabetismo empresarial nos está costando la vida de miles de negocios con potencial, opina Samuel Salinas.
jue 15 octubre 2020 11:58 PM

(Expansión) – Todos los días, cientos de ideas de negocios se concretan en forma de emprendimientos. Hay emprendedores en cada sector y giro imaginable. Algunos nacen con apalancamiento e inversión mientras que otros nacen en medio de la adversidad y la búsqueda de fuentes de ingresos adicionales.

El mundo está lleno de emprendedores, por eso necesitamos elevar la vara de la visión y buscar consolidar a ese puñado de entusiastas que se suman diariamente al motor de nuestro país. Al profesionalizarlos, formarlos, capacitarlos y automatizarlos, lograremos el siguiente y necesario paso en la cadena: convertir a cada emprendedor en un empresario.

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Aunque un micro emprendedor puede tener una actividad empresarial sana, por “empresarios” nos referimos a los que consolidan personas morales, emplean personal y facturan por encima de las 6 cifras. Los que generan un impacto poderoso en sus familias y en las de sus empleados, clientes y proveedores.

Se dice que el emprendedor inicia, pero el empresario consolida. Todos hablan de la magia de emprender, hay programas y organizaciones enfocadas en incubar y generar ideas de negocios. Ahora, necesitamos completar el círculo: consolidar más empresarios. Dueños de negocios que sobrevivan a la tasa de mortalidad actual donde 7.5 de cada 10 nuevos negocios terminan en la quiebra.

Más empresarios. Lo necesitamos más que nunca.

Entonces, ¿Qué diferencia al emprendedor que se consolida, del que termina quebrado y endeudado? Hay 5 principios en los que debemos enfocar nuestra energía, esfuerzo y atención:

Alianzas. Como emprendedor, las alianzas, redes de contactos y relaciones comerciales son fundamentales. Entre más fuerte sea una red, mejores serán las oportunidades de conectar con clientes, proveedores y aliados de valor. Un ecosistema empresarial sólido se base en competidores sanos que innovan y reinventan el mercado.

Cuando Jack Ma, el fundador de Alibaba lanzó su plataforma, conectó a miles de empresas asiáticas con millones de compradores en el mundo. ¿Podemos nosotros también robustecer nuestras ventanas al interior y exterior? ¿Podemos consolidar más plataformas e iniciativas que fortalezcan a las industrias mexicanas? ¿Podemos fortalecer nuestras cámaras y clubes de negocios a niveles más robustos e inclusivos? Sí.

Tecnología. La línea es clara: las empresas sin tecnología y automatización tienen serios problemas de orden, estructura y crecimiento: Puntos de venta, software logístico, gestión de personal, control de procesos y herramientas de e-commerce son hoy una necesidad. Los emprendedores que dan el paso y apuestan por más tecnología, descubren pronto los beneficios de esa inversión.

¿Qué podemos hacer? Acercar estas herramientas que están ya en el mercado. Una alfabetización digital es fundamental en las escuelas de negocios, los grupos de emprendedores y los programas de aceleración. Es momento de apostar por la inclusión empresarial.

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Ventas. El mundo ya cambió. La pandemia fue un recordatorio cruel de esto. Los emprendedores que dan el paso grande entienden que todo crecimiento se respalda con ventas. No importa cuán buena, innovadora o disruptiva sea una idea: nada ocurre hasta que alguien lo compra.

Manuales de ventas, entrenamientos comerciales, profesionalización en el área. No se reinventa la rueda, sólo se enseña a todos a usarla. Una empresa sin estrategias comerciales claras y sin una estructura digital de atracción de clientes está destinada a la quiebra. Más marketing digital, más sistemas de venta online, más profesionalización en la atención al cliente. Es el reto que debemos estar deseosos de asumir.

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Capacitación. Un sueño sin fundamento se convierte en una pesadilla. Al menos eso es lo que vive cada emprendedor que baja la cortina como consecuencia de su propia ignorancia. Es una realidad: no todos los emprendedores tienen la fortuna de pasar por una formación profesional en negocios.

¿Qué ocurre cuando el emprendedor se enfrenta a un desconocimiento de finanzas, procesos, logística, indicadores y toma de decisiones? El analfabetismo empresarial nos está costando la vida de miles de negocios con potencial. Nos está costando las cabezas de miles de emprendedores que podrían cambiar el rumbo de México. Es un costo que no podemos permitirnos.

Más emprendedores capacitados es igual a más empresarios consolidados.

Walter Cronkite afirmó: “El costo de una biblioteca siempre será barato en comparación con el costo de una nación ignorante”. Aplica.

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Financiamiento. Sin educación, inclusión e inyección financiera, nuestros emprendedores estarán flotando con el agua hasta el cuello. Debemos mirar a fortalecer a los nuevos emprendimientos y encaminarlos en la ruta a convertirse en empresas prósperas, fuertes, generadoras de empleo y bienestar social. Mejores créditos, más fondos de inversión, más apuesta por ideas rentables y escalables.

Con todo y una recuperación post pandémica, al apostar por nuevos y mejores empresarios, apostamos por el éxito de nuestra nación. México lo necesita.

Nota del editor: Samuel Salinas es Director de NextCEO by Profitmakers®. Síguelo en Instagram. Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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