Las formas en que la fuerza laboral está siendo resiliente y flexible al cambio han sido diferentes en cuanto al lugar en donde se realizan las actividades, al área laboral o profesión en la que se desempeñan, al puesto de trabajo y la remuneración económica; esto para tratar de mantener el nivel de vida que se gozaba antes de la pandemia por COVID-19 y, de esta manera evitar caer en una crisis financiera en el hogar.
Algo que se ha detectado en las personas que buscan empleo es que están dispuestos a ganar sueldos menores con respecto a los ingresos que tenían en su último empleo o sobre sus expectativas salariales previas al COVID-19. Aunque muchos de ellos dicen estar dispuestos a aceptar este decremento de manera temporal, la realidad es que el mercado laboral ya no será el mismo, por lo que las personas pueden tomar estas alternativas y buscar ingresos adicionales por otro lado.
Relacionado con lo anterior, y que tiene que ver con lo que las personas están dispuestas a aceptar para conservar sus empleos o para conseguir uno, es la flexibilidad de los trabajadores para realizar actividades en áreas que están fuera de su ámbito laboral.
Otra alternativa que se ha vuelto una realidad es el trabajo de tiempo parcial, modalidad que les permite continuar desarrollándose en su área de experiencia, afrontar ciertos compromisos financieros, mientras dedican el resto de su tiempo disponible para emplearse en otra actividad como trabajadores independientes o autoemplearse con algún negocio propio.
Esto demuestra la capacidad del ser humano de autoaprendizaje, creatividad, adaptación y toma de decisiones, lo que están saliendo a flote en estos tiempos y, que, con ayuda de la tecnología, puede permitir a las personas trazar un nuevo rumbo profesional o retomar alguna pasión que por alguna razón se había dejado a un lado.
También veo que los trabajos temporales han estado surgiendo en mayor medida por parte de los empleadores, y más allá de responder a las épocas del año con mayor consumo, responden a que las empresas tienen que tomar decisiones a corto plazo por la incertidumbre económica del país y, sobre todo, de su negocio.