La subcontratación laboral durante la crisis del COVID-19

Los derechos laborales que una empresa debe ofrecer a sus colaboradores no deben y no pueden cambiar durante la pandemia. Sin importar el giro y tamaño de una organización se debe continuar con el respeto y el cumplimiento de las obligaciones fiscales, laborales y de seguridad social, establecidas en la La Ley Federal del Trabajo. Ante situaciones extraordinarias, como la que estamos viviendo, la ética y el compromiso empresarial son factores que deben reforzarse.

Hoy las empresas de tercerización laboral juegan un papel muy importante, una de las principales responsabilidades que deben asumir este tipo de organizaciones es la de exigir a sus clientes las condiciones necesarias para mantener el bienestar físico y mental de sus colaboradores.

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Asimismo, deben asegurarse que las empresas cumplan con todos los requerimientos asociados a esta nueva situación, como por ejemplo, el cumplimiento de los protocolos sanitarios. Recordemos que el capital humano es el principal activo de una empresa, por ello, es fundamental poner en manos de un experto su cuidado y administración.

La tercerización formal es un esquema que siempre va a traer beneficios para los colaboradores, estemos o no, en una pandemia. Las empresas formales que forman parte de esta industria ofrecen a los trabajadores mexicanos la oportunidad de acceder a un sistema de salud de calidad.

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La seguridad social es un derecho fundamental para lograr el bienestar económico de nuestro país, un trabajador que recibe asistencia médica correcta y a tiempo, es un trabajador productivo. En este contexto de emergencia sanitaria, es crucial que las empresas mantengan sus aportaciones y obligaciones ante las instituciones de seguridad social, ya que con ello, se contribuye a mejorar los sistemas de salud y atención médica, lo cual es indispensables para superar con éxito esta crisis.

La llegada del coronavirus nos hace reafirmar que uno de los principales objetivos que tenemos como sociedad es reducir la informalidad. La informalidad laboral crea condiciones de trabajo inseguras e ingresos irregulares que perjudican el crecimiento económico. Empresas y gobierno deben trabajar juntos para crear conciencia y alentar el interés de la población mexicana para ser parte del sector formal de nuestro país.

La falta de información a la que se enfrentan muchos mexicanos debe combatirse, es necesario que los trabajadores pierdan el miedo a ser contratados bajo un esquema de subcontratación y conozcan las ventajas que puede ofrecerles un empleo formal, entre ellas: esquemas de ahorro para el futuro, acceso a créditos para viviendas, protección contra riesgos laborales y estabilidad.

La experiencia internacional ha demostrado que la tercerización de personal se asocia directamente con el crecimiento económico y el fomento del trabajo decente. Las empresas formales de subcontratación de personal son proveedores vitales en cualquier país para lograr la reactivación económica. Durante estos momentos de incertidumbre, las empresas necesitan flexibilidad para contar con talento temporal y no disminuir su productividad, mientras analizan la recuperación efectiva de su industria.

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A pesar de estos hechos, en México no hemos logrado que esta forma de contratación sea vista como un motor de la economía, todo lo contrario, el concepto ha sido estigmatizado. Hoy más que nunca es necesario buscar una sinergia entre el sector público y privado para cambiar esta situación, ya que, al lograr la regularización de este esquema se aumentará la competitividad del país, generando empleos de calidad para una parte importante de nuestra población.

La adaptación a las nuevas tendencias es también un factor determinante y una regla que no debe olvidarse para lograr el éxito durante esta contingencia. Las compañías deben plantearse nuevas formas de trabajo y buscar la manera de transformar esta crisis en una oportunidad.

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Ante situaciones difíciles, la fuerza de trabajo se convierte en una ventaja competitiva, por ello, el reclutamiento, selección y contratación de personal debe realizarse a través de procesos de muy alta calidad, utilizando como aliado la tecnología, pero sin perder de vista la cercanía y empatía con el candidato. No olvidemos nunca que el toque humano seguirá siendo siempre lo que marque la diferencia en el sector de recursos humanos.

Nota del editor: Andrés Sánchez es Director General de Randstad, una de las organizaciones que forma parte de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH). Cuenta con más de 18 años de experiencia en posiciones de máxima responsabilidad, dentro del sector de Business Process Outsourcing (BPO) y Atención a Clientes. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

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