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Convirtiendo los desafíos en oportunidades: liderazgo y resiliencia

El liderazgo resiliente es noble, no hace divisiones, puede ser aplicado por cualquier persona, en cualquier parte del mundo y sobre todo en cualquier momento, apunta Reginaldo Ecclissato.
mié 18 noviembre 2020 05:00 AM

(Expansión) – Qué contestarías si hoy te preguntaran ¿cómo te fue este 2020? Opción uno: fue un año con muchas dificultades. Opción dos: fue un año retador, pero con muchas oportunidades. Ambas expectativas contrapuestas, en tu selección vendrá gran parte del nivel de resiliencia que practiques.

Para seguir avanzando definamos a qué se refiere este término: la resiliencia, capacidad de convertir un problema en un reto y aprender lo máximo de éste, todo, con una actitud positiva tal que se contagie.

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Ahora bien, imagina cómo este concepto podría aplicar y transformar por completo la forma en que trabajas, a esto le llamaría: liderazgo resiliente, lo cual también implica escuchar, analizar, actuar y aprender. Esta práctica suena sencilla, pero lo realmente difícil es aplicarla en un momento de gran tensión. ¿Cómo lograrlo? confiando en sí mismo, en el talento y la capacidad de tomar la decisión acertada.

Además, tú como líder tendrás que demostrarte y demostrar a tu equipo que todo reto tiene una solución y que ésta es la oportunidad perfecta para prepararlos, transformarlos y llevarlos a un nivel profesional mayor, guiarlos positivamente.

Asimismo, es importante considerar que la resiliencia necesita ejercerse a través de un propósito, uno que beneficie al mayor número de personas y que considere además tres principios fundamentales: que aumente el impacto social positivo, que reduzca la huella ambiental generada y claro, que haga crecer el negocio.

Lo anterior, siempre anteponiendo los valores éticos que definen a cada persona, así como de los de la empresa a la que cada uno pertenece, transformándose en beneficio tanto de los colaboradores, como de la sociedad y del medio ambiente.

Este año tan atípico que estamos viviendo es el momento perfecto para practicar el liderazgo resiliente. Como sabemos, todas las compañías e instituciones del mundo han tenido que reinventarse ante la crisis, y para aquellos que ya han desarrollado esta habilidad, es posible que salgan fortalecidos.

En este sentido, la resiliencia también nos permite como líderes aplicar y trasladar lo aprendido a cualquier otra situación futura, enriqueciendo nuestra experiencia, así como dando una nueva perspectiva a cómo vemos las cosas.

Por ejemplo, grandes industrias que ofrecen servicios de salud, de comida, de entretenimiento, de comunicación, entre muchos otros, tuvieron que adaptar su ciclo de venta hacia el consumidor, desde la creación de sus productos y distribución, hasta la forma de ofertarse.

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La nueva generación de líderes frente a la crisis | Expansión Live

Si lo vemos a través del lente de la resiliencia, esta necesidad de evolucionar aceleradamente, y en un formato a distancia, resultó en una gran sorpresa y, sobre todo, una oportunidad para las compañías de este país. En los primeros meses de este año, México tuvo un crecimiento del 123% en lo que respecta a las compras en línea, lo anterior, debido al confinamiento de acuerdo con datos de Kantar.

De igual forma, desde la perspectiva de los consumidores, ahora desde la comodidad de su casa tienen más opciones de selección, lo que a su vez obliga a las empresas a ofrecer mejores productos con beneficios tangibles, e incluso precios o promociones más atractivas para competir con el resto.

Por su parte, otra de las grandes ventajas del liderazgo resiliente es que impacta directamente en el talento humano. Si nosotros enseñamos a pescar en el proceso de analizar y actuar estratégicamente, motivando un ambiente favorable y positivo, automáticamente nuestros equipos se empoderarán para hacer suyos los objetivos y, por consiguiente, tendremos todo un equipo en el pódium de la victoria, que siempre será mejor que una sola persona como protagonista.

Por último, el liderazgo resiliente es noble, no hace divisiones, puede ser aplicado por cualquier persona, en cualquier parte del mundo y sobre todo en cualquier momento.

Recuerda junto con tu equipo analizar, actuar y aprender; incentívalos a trabajar unidos, porque juntos, personas, empresas, instituciones y autoridades, aportamos lo mejor de nosotros en beneficio de la sociedad, del medio ambiente, de los colaboradores y claro, hacia los objetivos que tenemos marcados. Recapitulemos ¿cómo te fue este 2020?

Nota del editor: Reginaldo Ecclissato es presidente de Unilever México y Norte de Latinoamérica. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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