EU se repliega ante escalada del virus, Europa comienza a relajar restricciones
Cambio climático, política energética y desarrollo económico
Se habla mucho de cambios en las preferencias del consumidor, los productos orgánicos, lo responsable que son las empresas en sus visiones de sostenibilidad socioambiental, y un largo etcétera. Sin embargo, la realidad se explica de manera sencilla, y este dato invita a la reflexión: el consumo de carbón para la generación de energía a nivel global creció 1.4% de 2018 a 2019, representado 38% del mercado de energéticos.
¿Cuál cambio?
El regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París implicará una regulación extraterritorial que pondrá en aprietos a México, pues más menos nuestra política energética tiene como piedra angular el carbón y el petróleo.
Será importante hoy, pero sobre todo hacia los próximos años, encontrar la manera de sumar en la construcción de una agenda de desarrollo económico e industrial que contemple la realidad inevitable: el detrimento de los ecosistemas implica inevitablemente el detrimento de las sociedades.
Si bien una potencial administración Biden pudiera no ser explícita en presionar por un viraje, con mucha certeza cambios en la política energética e industrial estadounidense pondrán presión que hará inviable a México continuar con su entendimiento unidimensional de la situación.
En esta ecuación compleja, el gobierno mexicano se ha volcado en un camino atolondrado por desarrollar una refinería, un aeropuerto y un tren que no necesariamente suman a los esfuerzos globales de mitigación de efectos negativos medioambientales, y que sus efectos de efectivo desarrollo económico y desempeño socioambiental es por demás dudoso cuando no francamente negativo.
Un contexto global incierto requiere a las empresas, gobiernos y personas cuestionarnos cómo vamos a entender, abordar y, sobre todo, actuar sobre la confluencia de estos factores.
Afrontar las exigencias de mercados que consumen bienes y servicios de manera expedita, al tiempo que se demanda un enfoque estratégico socioambiental en los procesos de transformación y generación, ya ni siquiera es inevitable, sino apremiante y una obligación.
Nota del editor: Miguel Tovar es socio de Alterpraxis. 'Foodie' e 'instagramer amateur'. Estudió Ciencias Políticas y Administración Pública en El Colegio de México. Tiene experiencia en sectores como petróleo y gas, energías renovables, IPC, minería, agroindustria, industria alimentaria, ONG globales, entre otros. Síguelo en LinkedIn y/o escríbele a miguel.Tovar@alterpraxis.com Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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