Por un lado tenemos las inversiones que realizan los corporativos en startups también conocidas como corporate venture capital, las cuales buscan nuevos modelos de negocios y tecnologías que impulsen sus procesos de innovación, además de alcanzar mejores rendimientos financieros.
Por otro lado tenemos la creación de empresas derivadas de la comercialización de los resultados de la investigación desarrollada en las universidades y centros de investigación, en esos casos estamos ante lo que se denomina spin-offs.
Uno de los principales obstáculos para el desarrollo de startups innovadoras, particularmente en México, es la escasa oferta de financiamiento en etapas tempranas, sobre todo cuando los emprendedores tienden a construir soluciones creativas y originales que ponen en entredicho el paradigma dominante en alguna industria. Hace que en un primer momento la llamada de inversión se perciba de alto riesgo, no obstante que sea relevante para el mercado en algún aspecto.
Como consecuencia se crean menos empresas con alto potencial de crecimiento y las que logran nacer lo hacen con un tamaño y nivel tecnológico no óptimos.
Los proyectos de emprendimiento innovadores se deben materializar, razón por la que los inversionistas pueden decidir acompañar con capital y conocimiento a estas futuras startups, es que el experimento se convierta en realidad.
La diferencia principal entre un emprendimiento direccional y uno interseccional es que, en el primer caso, se conoce a dónde va la propuesta de solución, tiene una misma dirección dentro del paradigma dominante, en donde su aportación de valor suele ser la eficiencia, reflejada en la mejora de un producto o servicio, en pasos bastante predecibles.
En su caso, los emprendimientos interseccionales representan potenciales innovaciones que suelen ser radicales. Estas potenciales startups operan con un mayor dominio de conocimiento técnico especializado, por lo tanto, en su ejecución requieren de emprendedores con un alto perfil de conocimiento tanto en la tecnología, como en el mercado.
En ambos casos se requiere de recursos financieros y de acceso a redes de mentores y servicios de apoyo en gestión empresarial, que suplan y corrijan las carencias del emprendedor. En el ámbito del emprendimiento las personas que consiguen innovaciones radicales, que dan lugar a un nuevo paradigma, han sido o muy jóvenes o muy nuevas en el campo cuyo paradigma cambian.