Cuando pienso en el empoderamiento empresarial, pienso en cómo lograr desligarse de esa operación típica, la del día al día, para empezar a tener una amplia gama de posibilidades adicionales a lo que comúnmente se tiene. Eso es lo que el empoderamiento puede hacer por tu pyme, darle más opciones de crecimiento.
El empoderamiento para las pequeñas y medianas empresas es el único camino para -literalmente- crecer y, en algunos casos, para sobrevivir. De modo que si tu pyme se duerme y no desarrolla nuevas capacidades, llegará otro emprendedor que sí lo haga, y tus clientes tarde o temprano se irán con él y se olvidarán de ti.
¿Mentalidad para empoderar?
Empoderar a una pyme es un trabajo 100% interno, y más que un método o una serie de acciones, se trata de mentalidad, de una forma de pensar.
Mi experiencia me ha enseñado que hay tres áreas clave que facilitan el empoderamiento:
Capacidades. Trabajar tus capacidades significa hacer cosas que antes no podías, tanto a nivel empresarial como a nivel individual. Aquí es importante pensar tanto en el desarrollo de tu equipo de trabajo como en el tuyo como líder de un proyecto con gran potencial de crecimiento.
Confianza. Muchas veces las pymes o las personas que trabajan en ellas tienen las capacidades correctas, pero no tienen confianza entre ellas o incluso en sí mismas. La confianza es muy importante para obtener negocios escalables, y como emprendedor debes trabajar cada día para construirla, ya sea entre tus colaboradores o con tus clientes y proveedores.
La confianza es probablemente la cosa más difícil de mantener en una organización. Siempre arrancas tu pyme con mucha emoción, y hay mucha confianza entre tus socios, tu equipo de trabajo, hasta en ti mismo, pero en cuanto empiezan los problemas, ésta suele comenzar a fallar.
Visión. Si quieres que tu empresa se empodere necesitas tener claridad de hacia dónde va y hasta dónde quieres que llegue. El principal reto no es tener la visión, es comunicarla de tal forma que todos la vivan en el día a día.
Cuando logras pasar la barrera de los 20 colaboradores, el desafío empieza a crecer de forma exponencial.
Ve y pregunta a cada persona de tu equipo de trabajo con exactitud acerca de esto, si alguien falla tienes mucho trabajo por hacer.