Los negocios han hecho esfuerzos descomunales para mantenerse a flote durante esta crisis; sin embargo, para que la estrategia sea redonda y eficaz a largo plazo es necesario contemplar que no sólo se trata de optimizar y adecuar las áreas de finanzas y marketing, sino también la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
Ya no es opción
La pandemia trajo una nueva forma de entender la RSE, no como un requisito o un plus opcional, sino como la clave para fomentar una imagen positiva, homogénea y contundente ante sus consumidores. Ya no es opcional tomar acciones en favor de la salud y el cambio climático.
Las crisis mundiales que nos han afectado en los últimos años, incluida la ocasionada por el coronavirus, presentan un escenario donde las empresas tienen la oportunidad de demostrar que sus valores no sólo pertenecen a un discurso, sino a su quehacer diario.
La RSE ahora tiene nuevos retos que instan a llevar a cabo estrategias en beneficio de la seguridad sanitaria de toda su comunidad tanto interna como externa con acciones que eviten la propagación del virus y promuevan el autocuidado, así como la salud física y mental.
Llevar a cabo una adecuada RSE consolida y fortalece la imagen de las empresas ante sus consumidores y proveedores, de esta manera beneficia su economía y relaciones de negocios.
Por el contrario, si una empresa se mantiene apática respecto a las dificultades por las que atraviesa su comunidad y la sociedad en la que se desarrolla, afecta considerablemente su reputación de manera inmediata y a largo plazo, de lo cual es muy difícil recuperarse.
Del mismo modo se ven afectados sus procesos internos, pues las personas empleadas son las primeras es percibir si los valores son parte real de una empresa o sólo un requisito de su discurso.
¿Cómo pasar del discurso a la acción?
Antes de accionar, lo recomendable es reevaluar los valores y posturas de la empresa en beneficio de la sociedad, su comunidad y el medio ambiente. Es importante considerar las acciones externas e internas y trabajar de acuerdo con esas dos vertientes de manera congruente, es decir, que ambas formen parte de un mismo discurso con los mismos valores.
Volver a reflexionar los nuevos retos de la RSE asegurarán el éxito de la estrategia, pues ahora los consumidores prestan más atención a las causas sociales. Por ello vale la pena repensar los valores prioritarios bajo los que se regirá la empresa con un equipo diverso que dialogue ampliamente acerca de este tema.