¿Cómo será viajar tras el Covid? Turismo sustentable y tecnología
El camino tradicional erróneamente seguido por algunas empresas que intentan innovar es identificar a los clientes potenciales, identificar lo que valoran y optimizar agresivamente sus operaciones para entregarlo en una forma más rentable; olvidando que para innovar disruptivamente se requiere un producto o servicio incompleto en términos de uso y compatibilidad y parcialmente elaborado, con el fin de obtener información específica del nuevo mercado, lo cual aumenta probabilidad de éxito y rentabilidad.
En el proceso para lograr la innovación muchas empresas ejecutan estrategias altamente racionales y basadas en métricas previamente definidas; sin embargo, en la búsqueda por conseguir nuevos nichos de consumidores se vuelven altamente inflexibles ante los cambios que se presentan en el mercado, pues estos modelos tienden a enfocarse desmedidamente en diferenciarse de la competencia, estableciendo una característica única para entregar y retener valor, lo cual deriva en productos o servicios sin demanda.
Cuando se busca llegar a un nuevo mercado, ya sea por parte de empresas establecidas o bien por parte de emprendedores, no suele ser fácil responder a preguntas como: ¿Qué valora el cliente? ¿Quién es el cliente? ¿Cómo dar valor y costo apropiado? Esta incertidumbre ocurrida en los nuevos mercados necesita de un marco estratégico diferente.
Rory McDonald y Kathleen M. Eisenhardt llaman a este nuevo marco de acción estratégico “parallel play” el cual contempla los siguientes puntos:
1) Olvida la diferenciación y toma las ideas de los competidores en su lugar.
2) Experimenta sin descanso, pero luego confía.
3) Pausa, observa y espera.
Al buscar innovar en nuevos mercados, es relevante salir a validar los términos de uso y compatibilidad con la versión más primitiva del producto y hacer al consumidor partícipe de alguna manera en la definición del producto definitivo (whole product). Habrá de identificar qué elementos del producto definitivo son críticos para que los clientes satisfagan su razón de compra.
El país requiere promover políticas de innovación con el marco institucional y normativo ya comentado que fomenten y faciliten el desarrollo de proyectos, emprendimientos, intra-emprendimiento y formación de talento para poder crear una ola virtuosa de innovación que transforme el país.
Nota del editor: Juan Alberto González Piñón es director de Spark UP y académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones expresadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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