Si hay algo saludable en la vida es el cambio y cuando es radical es aún mejor, porque nos pone en una situación definitoria que nos impulsa a sobrevivir o perecer. Esto lo podemos ver en muchos aspectos de nuestra vida, desde la política, la vida social y hasta en las cosas que pudieran parecer mas triviales en nuestro día a día.
Sin embargo, pocas personas le toman el valor que esto genera en su propio crecimiento y evolución personal y por ende social, ya que como sabemos, lo único constante en esta vida es el cambio y quienes no se adapten a ello están destinados a desaparecer.
Esta es la realidad actual de la industria de la subcontratación en México, de la cual soy parte desde hace más de 26 años. Estamos en el momento de la verdad para los actores que participamos en este sector, ya que, con la actual reforma, la cual se implementará en el mes de agosto de este año, nos hemos visto en la necesidad de ponernos al filo del precipicio en el que solo aquellas empresas que dejen atrás la añoranza por lo que un día fue, serán las que den un salto hacia la nueva realidad.
Y es que, sin lugar a duda, era necesario un cambio de rumbo por las prácticas nocivas hacia empleados y el fisco, que ciertas empresas venían ejerciendo, usando como escudo la industria de la subcontratación y a la cual dañaron de forma importante.
Aunque los cambios que se están implementando no son los que la mayoría de empresas que nos dedicamos a esto esperábamos, ya que para muchos esta reforma se queda corta en el tema de la validación de los actores clave que ofrecerán servicios especializados y al mismo tiempo deja fuera un esquema que permite apoyo y flexibilidad formal, como lo es el trabajo temporal.
Somos conscientes de que los cambios nunca son como los esperamos, por ello lo importante es poner manos a la obra y adaptarnos lo mejor posible a ellos para generar oportunidades en donde algunos ven obstáculos.
Ahora es momento de revolucionar el mercado y ofrecer servicios especializados que vengan a darle un nuevo dinamismo al sector y que genere nuevos beneficios tanto a empresas contratantes como a los trabajadores. Con esta reforma estoy convencido que estamos dando un gran paso hacia el futuro y con ello poniéndonos cada vez más cerca de países de primer mundo en los cuales este tipo de servicios han sido implementados desde hace tiempo.