Sin embargo, aun recuperando el nivel de producción observado a principios de 2020, este todavía será menor el nivel máximo que alcanzamos en el tercer trimestre de 2018. La economía mexicana requiere regresar a la trayectoria y niveles observados en 2018 para que pueda haber una verdadera recuperación.
Y, ¿por qué nos tomamos tan en serio una estimación? El dato observado del PIB trimestral lo sabremos el 25 de agosto. Ese desfase limita la capacidad de reacción de inversionistas y consumidores sobre sus decisiones económicas. Con la Estimación Oportuna podemos conocer el comportamiento de la economía del país casi un mes antes. La diferencia entre la estimación y el dato oficial suele ser menor a 0.2 puntos porcentuales. Es sobresaliente el grado de precisión en el cálculo de esta variable en México.
Así, en menos de un mes tendremos el resultado con mayor precisión. Este periodo permite que se incorporen en el cálculo más indicadores observados y se recurra menos a estimaciones econométricas. No obstante, la trayectoria será muy similar a la observada con la estimación más reciente del INEGI.
Por otra parte, en Estados Unidos también publicaron la semana pasada la primera estimación de su actividad económica. De acuerdo con cifras anualizadas, la economía estadounidense creció 6.5% al segundo trimestre de 2021. Esta cifra para México sería de 6.1% anual. Así, observamos que mientras que nuestro principal socio comercial ya regresó a sus niveles prepandemia, en México nos encontramos en un nivel de hace más de cuatro años.
Además, cabe destacar que el crecimiento de 1.5% trimestral en México se debe principalmente a la recuperación de las actividades secundarias y terciarias integradas a las cadenas de valor globales. Tanto en Estados Unidos como en México observamos datos de una recuperación en el consumo y en especial en los servicios.