No importa que tengamos programas de desarrollo social, pues no ayudan al desarrollo económico, al contrario, bajan el ingreso per cápita al ser un dinero cautivo circulante. La pregunta es ¿quién pagara por la energía, los servicios o los productos, al no circular dinero que no sea del presupuesto de la nación, que provengan de los salarios de la burocracia o apoyos en programas a la sociedad?
Un país inicia con el desarrollo económico, que está fundamentado en las actividades que realiza su población, y en México, la parte del sector secundario donde inician los negocios no crece, por el contrario, en los últimos tres años se ha contraído en un 2%. Al no haber negocios, la gente es despedida e ingresa al sector terciario, aumentando en un 6% esta actividad, pero son contratados con salarios reducidos y sin tener un crecimiento de largo plazo.
La realidad es que se está apostando a que solo los recursos provengan en su mayoría del gobierno, por medio de decisiones que conlleven a un control de las actividades del mercado, el cual requiere ser cubierto de forma rápida ante los cambios generacionales a través del consumo energético. La economía no se moverá en un mercado, sin dinero, sin energía y sin salud.
En México continuamos apostando a las empresas productivas del estado. La deuda de corto y largo plazo, de la principal que tenemos en el sector de hidrocarburos, la está sofocando y estresando para poder cumplir con el objetivo de esta administración. Ha quedado confirmado que ésta no puede ser la garante del todo, debido a que tiene accidentes, fallas y requerimientos de dinero para poder realizar sus actividades.
El presidente Joe Biden anunció los pasos para impulsar el liderazgo estadounidense hacia adelante en los automóviles y camiones que generen combustiones limpias. ¿Estaremos preparados para dar el salto cuántico para adaptarnos a esta nueva revolución industrial, al permitir el estancamiento de la evolución, al cambiar, orientar y permitir que las empresas productivas sean las garantes del cambio? Si la más importante está con altas deudas, ¿de dónde se obtendrá el dinero para realizar los cambios que estén alineados a tener cero emisiones o a colaborar en reducir al incremento de la temperatura del planeta?
El país requiere de un cambio en la convicción ideológica patriótica soberana de un simple discurso a una de razonamiento con sentido común en hechos; no es posible que la deuda externa del país y Pemex en conjunto superen los ingresos de la nación en forma anualizada.