Siguiendo en la década de los 2000´s, en 2001 China ingresaba a la Organización Mundial del Comercio (OMC), haciendo oficial su incorporación al comercio internacional. Durante esa década China compitió fuertemente con México por la atracción de industrias que buscaban localizarse en países con mano de obra barata.
En ese tiempo, China logró quitarle estas inversiones a nuestro país, a pesar de que México contaba desde 1965 con experiencia en la atracción de la industria de exportación y un tratado de libre comercio con Estados Unidos. Hoy, en promedio, los salarios de los trabajadores chinos son 35% más caros que el de los mexicanos. Segunda comparación odiosa.
Ambas comparaciones tienen un mismo trasfondo y una lección que, al parecer, México no quiere aprender: tanto las economías sudcoreana y china partieron con desventaja con respecto a la mexicana, sin embargo, ambos países entendieron lo que el nuestro al parecer todavía no entiende: la prosperidad es de quien la trabaja.
Con esta afirmación, estimado lector, tú podrías contradecirme y señalar que Corea del Sur contó con el apoyo estadounidense para desarrollarse; que en China no tienen libertades y que el gobierno está fuertemente involucrado en la economía. Podríamos discutir todas esas variables, pero no se puede negar la decisión firme de estos países y su trabajo y sacrificio para salir de la pobreza.
En el pasado, estos países envidiaban a México; hoy nosotros vemos cómo sus sociedades disfrutan la prosperidad como resultado de un esfuerzo continuo de sus gobiernos, trabajadores y empresarios para transformar un país pobre en uno rico. Lo mismo, no podemos decir de México, porque ya sea por nuestra clase política, empresarial y/o falta de liderazgo de la ciudadanía, nuestro país sigue sin hacer el esfuerzo; seguimos haciéndonos como que nos interesa eliminar la pobreza.
No ha habido economista estadounidense que se cuestione por qué México sigue sin dejar de ser un país pobre. Posiblemente es uno de los países que tiene muchas variables resueltas para dar ese salto: un tamaño de mercado interno interesante, una vasta frontera con la todavía primera potencia económica, un tratado comercial que le permite el acceso al mercado estadounidense y una posición geográfica privilegiada. Pareciera que México se esfuerza por seguir siendo pobre.