Un sector donde 7 de 10 reservas las realizan estos jugadores maximizando el precio, satisfacción, conveniencia y seguridad del viajero. Sólo AirBnB administra las propiedades de 4 millones de anfitriones y establece puentes para que exploremos el mundo al tiempo que cumplimos con nuestro trabajo.
Me encanta pensar que dentro del río revuelto del “viaje y el trabajo” existen grandes oportunidades, innovación e ideas de negocio. Me aburre pensar en la inminente mortalidad de hoteles, líneas aéreas y servicios de hostelería pasivos y con modelos de negocio sentados en el pasado.
Bajo el nuevo modelo de vida, tres variables gobernarán las decisiones de viaje: experiencias únicas que incluyan naturaleza, cultura, diversión, deporte, privacidad; conveniencia para llegar, estar conectado y contar con seguridad; y, por último, destinos relacionados con impactos positivos a la sociedad y al medio ambiente.
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Al final, la derrama económica y social al rentar una casa en un pueblo es infinitamente mayor a la de rentar un cuarto en una cadena de hoteles multinacional. Un término nuevo en mi diccionario es el “Low Travel”, y se refiere a la forma en que los turistas o viajeros usaremos más el coche, los trenes y las piernas para conocer mejor los destinos que visitamos como turistas o trabajadores remotos.
1.5 miles de millones de turistas y viajeros están cuestionando y redefiniendo cómo y dónde viajar. Y no hay nada mejor para un emprendedor turístico que un consumidor cuestionando sus “prejuicios” de consumo, porque esto inevitablemente lleva a la creatividad y la innovación en la industria.