Sólo en México, previo a la pandemia, la industria generaba ventas de alrededor de 28,900 millones de dólares y mantenía un crecimiento de 3.6% año contra año, aunque la demanda venía fuerte, el escenario a nivel manufactura se estaba desacelerando.
Con la llegada del COVID-19 la industria tuvo que reaccionar a una velocidad impresionante ya que, derivado de los confinamientos y restricciones, sus centros de ventas se vieron en la necesidad de cerrar temporalmente por lo que, según la Cámara Nacional de la Industria del Vestido y la Cámara Nacional de la Industria Textil, en 2020 las ventas cayeron 95%. La situación para la industria se complicó de tal forma que tuvieron que adaptarse a la nueva normalidad y buscar nuevos canales de ventas.
La pandemia aceleró favorablemente la transición al canal digital, en el que invirtió fuertemente para el desarrollo de páginas web y aplicaciones, así como para una distribución eficiente en el caso de algunas tiendas departamentales.
Indiscutiblemente, la inversión debió ser considerable, ya que no sólo se trató del desarrollo tecnológico, sino que debió incluir la capacitación del personal, creación de un equipo exclusivo para el canal, además de la optimización de costos de distribución, entre otros, y esto es un gran paso para la industria.
Una encuesta sobre nuevos hábitos de consumo realizada por la consultoría Mckinsey & Company, señala que en nueve de los 13 países donde aplicaron el cuestionario, al menos dos tercios de los consumidores han probado nuevas formas de compra y el 65% tiene la intención de seguir comprando en línea y es que, sinceramente, comprar en la web es muy práctico. Hoy en día se encuentra una gran variedad de productos y es más fácil comparar precios, calidad y modelos.
En términos financieros puede que de primera instancia la inversión para el desarrollo de un nuevo canal de ventas haya sido fuerte, sin embargo, a largo plazo traerá muchos beneficios y ahorros para las empresas, principalmente a aquellas que solían pagar fuertes cantidades en arrendamiento de establecimientos.