Los NFTs son un activo o bien digital. A diferencia de un bien fungible como un billete de 100 pesos que puede cambiarse por cinco billetes de 20 pesos, por ejemplo, los NFTs son activos digitales únicos que no se pueden modificar ni intercambiar por otro que tenga el mismo valor. Por ejemplo, una obra de arte.
¿Qué tiene eso que ver con una marca de consumo? En una palabra: datos. Hoy en día, los consumidores entregan su información personal a las marcas, a veces nos tan conscientemente ya que sucede a través de anuncios o cookies, y éstas la conservan y potencian.
En un futuro bastante cercano, las marcas tendrán que ceder ese control sobre los datos personales y regresarlo a los consumidores a través de NFTs, los cuales almacenarán datos personales muy variados que serán propiedad de cada consumidor.
Las marcas tendrán que ganarse a pulso la confianza del consumidor para que este, orgánica y voluntariamente, le permita tener acceso. Solo acceso, no su propiedad. Es decir, los NFTs no van a cambiar las reglas del juego, van a crear un juego completamente diferente.
¿Qué pueden hacer las marcas de consumo, específicamente las de belleza y cuidados para la piel, ante esta realidad? Anticiparse y aprovechar el abanico de oportunidades que se presenta. Hoy en día pienso de inmediato en el regreso de los programas de lealtad, o mejor dicho, en la manera de hacer que estos realmente funcionen, porque como se hacían tradicionalmente ya no daban resultados.
¿Por qué? Porque los NFTs se van a convertir en “llaves” digitales de acceso, donde no solo se reducirá el costo de crear y mantener un programa de lealtad, sino que se brindará una experiencia verdaderamente personal a cada una de las personas que participen en él, incluso para las marcas mismas.
Tal vez ya estemos un poco cansados de leer sobre personalización. Parece otro buzz Word, pero no es así. Al tener acceso a esa información, que voluntariamente nos dará el consumidor, tendremos un conocimiento suyo mucho más íntimo. Podremos ofrecerle descuentos a los productos que realmente usa o desea, o que realmente solucionarán una necesidad que tiene, así como a pre lanzamientos y eventos exclusivos.
Es decir, a través de ellos tendremos la posibilidad de construir comunidades realmente afines al consumidor, donde se sienta comprendido y valorado, consentido, pero sobre todo, donde sus necesidades e incluso la solución a alguno de sus problemas pueda ser atendido correctamente.
Hoy es justo lo que estamos haciendo nuevamente: estamos retomando la virtualidad para acercarnos más a las personas, a sus gustos, a conocer sus necesidades y hacerlos partícipes de los cambios que las marcas prevén para ellos. Es un éxito rotundo porque así los clientes están creando lo que la gente necesita y no solo lo que las marcan creen que hace falta en el mercado.