Sin embargo, si bien soplan vientos muy agitados, el Apocalipsis no está cerca. Pero tampoco el paraíso. Lo que traerá consigo el mundo postpandemia será una desaceleración en el capital emprendedor, un impacto en las valuaciones, downgrades; pero también buenas oportunidades para las mejores propuestas de valor y un apetito que se sostiene de los grandes fondos por invertir en América Latina.
Es decir, el bosque seguirá dando buenos frutos.
Los últimos dos años fueron extraordinarios para la inversión en startups en América Latina. En 2021 se invirtió más que en toda la historia. De acuerdo con LAVCA, en el primer trimestre de 2021 se invirtieron 1,656 mdd en la región, mientras que en el mismo periodo de 2022 se colocaron 2,763 mdd; un 67% de crecimiento. En el mundo, en el primer trimestre de 2021, se invirtieron 134,000 mdd y, en 2022, 144,000 mdd, lo que significó un alza de 7%.
Como quiera que sea, también es cierto que se está observando una desaceleración en la inversión para las startups tomando en cuenta que en el segundo trimestre de 2021 se registró una inversión por 4,947 mdd, para el tercero de 5,261 mdd y en el cuarto ya se observó una baja de 3,872 mdd, para después llegar a la cifra ya citada por 2,763 mdd de los primeros tres meses de 2022.
Conclusiones: el crecimiento de América Latina es mayor al global porque los fundamentales ahí están: talento y mucho mercado; el entorno macroeconómico provocará el flight to quality (es decir, ahora, los fondos van a ser más selectivos); hay una deflación de valuaciones y la desaceleración en las inversiones, pero que ocurre sobre una base de máximos históricos. El mundo, entonces, no se está acabando.
“Sí, a partir de diciembre de 2021 ya se tenía una fuerte corrección que viene muy de la mano de los mercados públicos. Primero, impactó la cuestión inflacionaria, después las tasas de interés y el crac de China”, dice Ricardo Weder, fundador y CEO de Jüsto.
Los mercados públicos son los que de una manera u otra siempre son una referencia de las valuaciones y ello, además, incide en las inversiones de capital privado. Tarde o temprano, siempre influyen. Así, esto ha impactado a los emprendimientos del segmento Growth, a diferencia de aquellos en fase temprana en los que los inversionistas tienen un horizonte de 5-7 años y así es mucho mayor la confianza de que durante ese periodo vendrá una recuperación económica.
Aún así, el fondeo continuará y las oportunidades que ofrece América Latina son bestiales pues es un mercado enorme, hay muy buen talento y grandes problemas por resolver. “La mayoría, si no es que el 99% de los grandes fondos del mundo, está invirtiendo cada vez más en América Latina”, complementa Ricardo Weder. “Las empresas con una fuerte propuesta de valor tendrán acceso a capital, quizá no a los múltiplos que había, pero lo tendrán”.
Quejas de Kavak en México
También, los modelos de negocio que no han demostrado un Product Market Fit sí se las verán negras. Pero, al igual que en muchas otras historias, caer en las generalizaciones en ésta sería un despropósito. Por lo tanto, junto con las aspiraciones de emprendedores e inversionistas, también vendrán los errores y aciertos de ambos. Juntas van las responsabilidades de quien pone la idea y el dinero.
El juego de las startups es ser disruptivas. ¿Cómo? Con una mejor oferta de valor y siendo más eficientes. Cuando la situación macro se aprieta, los consumidores son más cuidadosos con su dinero y buscan una mejor oferta de valor. En una situación apretada, estos modelos de negocio están mejor posicionados para capturar al cliente, sostiene Álvaro Rodríguez Arregui, cofundador y managing partner de Ignia.