Hay por ende mucho que reconocer, pero también varias críticas por formular. Comencemos por lo primero.
Banxico pone un ejemplo que ojalá se replique: las mujeres juegan un papel aún más relevante en la formulación de la política monetaria de lo que sugiere la composición de la junta y no por cuota, sino por mérito propio y ganado a pulso. Por otra parte, la gestión de VRC ha sorprendido para bien.
Aunque mantiene un perfil más bajo que sus antecesores, acusa buen juicio y parece escuchar el consejo del personal de carrera del banco central. En estos tiempos en los que el sentido común parece ser el menos común de los sentidos, encontrarlo en alguien con las responsabilidades que tiene VRC es de celebrar.
En este contexto, las críticas son de grado. Concuerdo en general con las decisiones dictaminadas por la junta, pues señalan poca tolerancia con una inflación que sorprende al alza. Banxico reacciona de forma más oportuna que otros bancos centrales, la Reserva Federal de los Estados Unidos, por ejemplo.
Quizá tiene que ver con que, a diferencia de nuestros vecinos, nunca dimos a la inflación por muerta. Es sobre la evolución de los determinantes de las decisiones de política monetaria donde veo áreas de oportunidad.
Se intenta mantener el delicado balance entre las decisiones de la junta y las expectativas del mercado que ya figuraba de manera importante en la junta encabezada por Alejandro Díaz de León (ADL). Hay progreso en términos de dar más importancia a la posición monetaria relativa, que había perdido cierto peso bajo ADL y que me parece relevante para una economía pequeña y financieramente abierta como la nuestra. Pero hay menos reto de liderazgo intelectual sobre esta nueva combinación de factores.
Me explico. Veo mucho énfasis en la brecha entre la tasa de interés real ex ante (i.e. la tasa de política dictaminada por Banxico descontada por la inflación esperada en los próximos 12 meses) y la tasa de interés neutral, pero poca discusión sobre lo que esta última representa: una situación en donde las condiciones del ciclo de negocios están balanceadas.
En particular, valdría la pena preguntarse si las circunstancias prevalecientes pueden caracterizarse como cíclicas o son producto de un choque y de ser así, sus características. Creo que un poco de sano escepticismo sobre dónde podría estar realmente la tasa de interés neutral en México en el 2022 podría hacer el ajuste monetario más parsimonioso sin sacrificar dirección.