Por lo tanto, cabe ahora preguntarnos si realmente nos encontramos obteniendo el máximo beneficio de este modelo de compraventa, o bien, si lo estamos pasando por alto.
Se trata de un planteamiento fundamental al considerar que el pilar de las políticas públicas y privadas en toda la región tiene como principal objetivo pisar el acelerador de la recuperación económica.
Por lo tanto, es necesario observar las singularidades que ofrece el mercado nacional a fin de generar soluciones de valor que sean capaces de promover la recuperación de la economía y, en consecuencia, se puedan tropicalizar para exportarse haca otras economías en la región donde pongan en marcha su implementación.
Economía informal, ¿desacelerador u oportunidad?
Una de las características del mercado mexicano, y que comparte con otras naciones América Latina, es la informalidad dentro su economía, que equivale a casi la cuarta parte del producto interno bruto que se genera año con año.
No obstante, el dato al que le prestaremos mayor interés es el que indica que alrededor del 40% de este sector representa a negocios minoristas, los cuales no poseen acceso al comercio electrónico ni a fondos de inversión por la propia falta de regulación en la que operan, a pesar de que generan hasta 8 de 10 empleos en México. ( INEGI ).
Esto quiere decir que la mayoría de los emprendedores, micro comercios, nenis y pymes, no cuenta con las posibilidades de utilizar herramientas que les permitan ser más competitivos, lo que a su vez fomenta que la economía informal sea un desacelerador para México y Latinoamérica, puesto que dejan de aportar ingresos al erario, mientras que ofrecen salarios mal remunerados y prescinden de prestaciones o seguridad social para sus colaboradores.
Por lo tanto, una de las estrategias más eficientes para combatir la economía informal radica en mejorar la productividad de este sector a través de democratizar su acceso al comercio electrónico, lo cual les permitiría crecer sus ventas hasta en un 25%, con lo que estarían impulsando su competitividad, además de contar con la posibilidad de exportar sus productos a otros mercados.
Paralelamente, se estaría allanando el camino para su formalización, mejorando con ello tanto las condiciones laborales de sus colaboradores como la competitividad de su modelo de negocio.