Desde el punto de vista de la economía y la industria, existen varios ejemplos de lo que organizaciones exponenciales (ExO) están logrando con el empleo de tecnologías disruptivas para apoyar el desarrollo sostenible a través de tecnologías exponenciales para lograr hacer más cosas, de manera innovadora, de forma más rápida y eficiente en favor no sólo de los consumidores, sino del planeta entero.
Algunos ejemplos son los siguientes:
En los últimos años se ha dado en Australia un fenómeno de decoloración del coral que ya ha afectado al 93% de la Gran Barrera de Coral que se extienden a lo largo de 2,300 kilómetros. Un algoritmo y una serie de tecnologías para cartografiar, diseñados por investigadores de la Universidad Tecnológica de Queensland (QUT) y del Instituto Australiano de Ciencias Marinas, está ayudando a proteger este ecosistema.
Se trata de un equipo de drones programados para sobrevolar la Gran Barrera para recoger y analizar datos que permiten clasificar los niveles de blanqueo, compararlos con los estudios submarinos que se realizan y proponer soluciones.
Algo parecido se está haciendo con el Amazonas, el principal ecosistema del mundo. Greg Asner, ecologista estadounidense, sobrevuela la región en un laboratorio aéreo cuyo telescopio capta imágenes que se procesan con un algoritmo para generar mapas muy detallados de la diversidad de árboles y diseñar las estrategias de supervivencia para cada especie. Gracias a ello se han descubierto 36 agrupaciones forestales hasta ahora desconocidas.
Los algoritmos y la Inteligencia Artificial también se están empleando para proteger especies marinas protegidas, como los tiburones y las tortugas, que accidentalmente suelen ser capturados en la pesca del atún, a través de sistemas de vigilancia electrónica (cámaras sensores y GPS) a bordo de barcos pesqueros para registrar toda la actividad que se produce en ellos y, a través de un algoritmo, identificar qué tipo de pez ha sido capturado.
El fundamento del trabajo de las ExO es contar con bases de datos adecuadas que permitan la recopilación, clasificación y comprensión eficiente de la información para la toma de decisiones innovadoras. ¿Qué pasó durante la pandemia? Las organizaciones aprovecharon sus datos y su profundo conocimiento de los mercados para trazar nuevos modelos que no sólo les ayudaron a sobrevivir, sino que les pusieron por delante de sus competidores.
El otro factor que distingue a estas empresas es que han diseñado un Propósito Transformador Masivo (MTP), es decir, es la aspiración superior de la organización; una brújula que permite seguir marcando el rumbo permitiendo adaptabilidad e innovación para siempre lograr su propósito sin importar los obstáculos en el camino. El MTP refleja la ambición y grandeza que busca la empresa.
Componentes fundamentales del MTP son: las Interfaces, los tableros de control, la experimentación, la autonomía y las tecnologías sociales.
Las interfaces se refieren a los algoritmos y flujos de trabajo automatizados que permiten enrutar la información a la gente interna correcta en el tiempo preciso. Actúan como puente entre los impulsores del crecimiento externo y la estabilidad interna de una empresa, es decir, conectan el mundo exterior con la empresa.
Los Tableros de control (Dashboards) miden y administran los datos de clientes y empleados. Visibilizan en tiempo real a las métricas que ayudan a impulsar el crecimiento y evaluar el desempeño comercial, individual y de equipo.