¿Por qué no lo hacen? Porque no comprenden que ese cambio inicia desde la estrategia de negocio y de crecimiento. Para pasar del deseo a la realidad, los negocios deben tener claro que para crecer más hay que repartir más.
Cuando hablamos de organizaciones conscientes estamos refiriéndonos a las empresas que comprenden que en el proceso de evolución de hacer riqueza, la generación de bienestar es necesaria si se desea seguir siendo competitivas.
¿Puedes ubicar empresas que sí reparten? Esas empresas con características de negocios conscientes son lideradas por personas que hacen equipo, se enfocan al máximo en la entrega de valor, buscan la conexión con los clientes y dan un tratamiento más humano al equipo. Vuelven a sus empresas y a su labor un imán.
La filosofía del Capitalismo Consciente, creada por Raj Sisodia y John Makey, nos inspira y demuestra que hay muchos jugadores empresariales haciendo esto. De la mano de la filosofía, existen modelos de transición como el creado por Thomas Eckschmidt, quien nos da guía para llevar el bienestar y la creación de riqueza a la acción. Un gran complemento es contar con una filosofía y con un modelo de cambio.
En México ya son cientos de líderes los que implementan y viven estos cambios. Después de trabajar con 1000 líderes conscientes, desde mi rol anterior como country manager del movimiento internacional y NGO Conscious Capitalism México, puedo decir con certeza que nuestra particularidad como mexicanos o latinos es que logramos el entendimiento de llevar a la acción esa transición.
Ahora que está a la vuelta de la esquina el 2023 y las personas nos planteamos metas, en nuestras empresas también podemos ir integrando propósitos para quienes tienen el anhelo de aportar en este cambio y que sus roles empresariales contribuyan a más personas.
Aquí te comparto los primeros pasos y tips para este proceso de transición:
1. Hacer una declaración de Propósito Evolutivo
Una conexión emocional del por qué, y sobre todo el para qué, hacemos lo que hacemos. Se trata de esta poderosa convicción de llevar la creación de la organización al impacto de las personas. Reflexiona sobre tu propio legado, desde tu individualidad, y siente por qué no puedes dejar este mundo sin hacer lo que haces. Un ejercicio que, me parece, nos hace pensar mucho es el IKIGAI. Luego adapta ese a tu entorno empresarial.
Que no se te pase la vida solo trabajando. He visto muchas personas que al no tener la conexión con su labor profesional hay un tremendo vacío.
2. Mapear a los diferentes stakeholders
Una empresa consciente tiene prácticas establecidas hacia los diferentes grupos a los que les lleva su labor. Por ejemplo, se comprende que el cliente de mi cliente es mi cliente y que ubicarlo es relevante para que los eslabones de la cadena estén fuertemente conectados.
Otros grupos de interés directo son los colaboradores, los inversionistas o socios de la organización, además de las personas de la industria. Pero sin duda, el stakeholder que más se mapea en Latinoamérica es el de la familia.
Nos mueve cuidar a los nuestros, a nuestros hijos y que nuestros padres estén bien. Cuando personalmente llevé este esquema al terreno personal todo cambió. Se impacta la cultura ya que todos queremos ser vistos, todos queremos ser bien tratados.