La evolución de las redes sociales ha sido exponencial, pues de ser un simple aparador virtual de nuestras vidas, ahora son una herramienta de comunicación y ventas que implica la responsabilidad y el trabajo de muchísimas personas. Los usuarios no solo buscan divertirse: quieren percibir la realidad cotidiana de sus amigos, cantantes o marcas preferidas. De ahí que ser lo más sencillo, simple y real está convirtiéndose en una actitud elemental para toda la vida digital.
En este 2023 la realidad expresada en las redes sociales será algo insustituible. La actividad en las redes sociales está siendo cada vez más real. Se pasó de tener imágenes y videos cuidados con poses ideales a videos cortos con la ejemplificación de lo que pasa de forma diaria en la vida de los creadores de contenido, en las marcas y productos. Así es que los videos de consumo rápido seguirán creciendo, mostrando la realidad en todo su esplendor.
Y TikTok será el rey de esta tendencia… pues es que acorde a las empresas y los creadores de contenidos, tener muchos filtros y editar videos ya no suele generar los miles de likes como hace años cuando surgieron las fotos en Instagram. Los internautas quieren ver lo que le sucede a sus amigos, cómo es que son las personas de tal empresa, cómo sería un producto si fuera una persona.
La hiperrealidad digital se está adueñando de nuestras vidas, ya no existe la vergüenza por admitir o dejar entrever nuestro entorno, sino que se expresa la naturalidad de la vida, nuestro sentir y los verdaderos intereses, sean personales, de empresas o productos. La gente quiere ver personas reales haciendo cosas reales, consumiendo productos en momentos reales, siendo ellos mismos. Ya no más modelos, estereotipos y conceptos cuidados.
Debido a esto las empresas y creadores de contenidos se deberán acoplar y pensar cómo interactuar con sus comunidades digitales, pues de nada servirá solamente poner videos y fotos que no sigan esta tendencia.
El mejor modo de adaptarse a la hiperrealidad digital es pensar cómo es que haríamos algo, cómo lo platicaríamos o de qué forma mostraríamos una acción o un producto a una audiencia. No más adornos ni pretensiones.