Esto también deberíamos pasarlo a las organizaciones, el querer apostar por un futuro mejor cuyas repercusiones sean positivas para todos los que las conforman. En la colaboración anterior, hablaba sobre la ética y cómo es redituable en los negocios; varias personas amablemente me hicieron varios comentarios – cosa que me da mucho gusto – y me preguntaban sobre otros valores o características a considerar en las empresas.
De la mano del título de esta colaboración, el buscar un futuro mejor, viene relacionado con otro elemento fundamental para el éxito de las entidades, el optimismo. Un liderazgo acompañado por el optimismo es infalible, porque contará con el respaldo de todos los colaboradores por la fe en el porvenir, pero también, en todos los miembros del equipo y esa confianza permea a todos.
Una persona quien se siente respaldada por la confianza de sus líderes y por ende de la organización es capaz de superar cualquier prueba, vive en una cultura de la tolerancia al error, se siente confiado de pedir consejo y lo más importante, solicitar ayuda cuando se vea rebasado.
El optimismo es contagioso, se transmite, y en vez de ver fracasos se ven oportunidades de crecimiento y madurez; el sentimiento de frustración y de negatividad de la misma forma permea, es importante considerar que cuesta el mismo trabajo ser positivos o negativos, pero por el bien de toda la organización conviene siempre el primero.
Una organización con una mirada al futuro, estará sustentada en una planeación a largo plazo, al menos cinco años, con un propósito que le dé sentido a todas sus actividades y lo que desarrolle; con valores claros y de fácil entendimiento para todos los miembros del equipo. Finalmente, un plan de negocios poderoso y bien estructurado es capaz de hacer frente a diversos escenarios para asegurar su éxito y en un momento determinado, asegurar su supervivencia.
Ojo con un detalle, optimismo no es sinónimo de ingenuidad, prueba de ello es el ser realistas, analizar los factores clave y los signos de los tiempos. Una persona con el optimismo en su ADN tiene mayores capacidades de ver oportunidades donde otros ven zozobra y oscuridad.